El capítulo musical de cara a la procesión magna mariana de octubre está en marcha por parte de las hermandades que han aprobado su participación, que hasta este miércoles son 22, mientras que cuatro han declinado estar: Cinco Llagas, Bondad y Misericordia, Clemencia y Angustias.
Recordar que en los traslados de ida y regreso a la Carrera Oficial establecida para el evento, desde Asuncion hasta Cristina, las cofradías podrán llevar acompañamiento musical. Casi ninguna de las que estarán renunciará a llevar música, excepto tal vez la de Amor y Sacrificio por su singular carácter.
Otras no dejarán escapar la oportunidad de poner tras su palio una banda y ‘desquitarse’ del silencio del día de su salida en Semana Santa. Este es el caso de la Hermandad del Santo Crucifijo de la Salud, que ha cerrado contrato con la Cruz Roja de Sevilla, como ha dado a conocer la propia banda en las redes.
También tiene acuerdo la del Desconsuelo, que llevará la Oliva de Salteras, que también acompañó a esta Dolorosa en la recordada salida extraordinaria en 2013 por los 300 años de su llegada a la cofradía. Estos dos fichajes están confirmados mientras que en el mundo de los bulos corren ciertas afirmaciones, como que también se está contactando con el Carmen de Salteras, la Cigarreras de música e incluso con Tejera.
Entre tanto, otro frente son las bandas habituales que salen en la Semana Santa jerezana y que repiten en varias hermandades locales a lo largo de esta. ¿Cómo están dirimiendo esta comprometida situación las formaciones afectadas? Todo apunta a que están poniendo como prioridad en su elección la antigüedad que acumula en cada una de las hermandades a las que toca en Semana Santa.
Es el caso de Maestro Dueñas de El Puerto, que irá con La Soledad; Palomares de Trebujena, con la Virgen del Valle; Nazareno de Rota parece que se inclinará por La Paz, de la Cena, y La Confortación llevará la de Álvarez Hidalgo, de Puerto Real.
El catálogo de normas del Consejo para esta celebración prevé que algunas formaciones musicales interpreten marchas en determinados lugares del trazado común, que podrían ser las mismas que lleven algunas hermandades. La duda es quién pagará esas horas de más que echarán, ¿las propias cofradía que las han contratado o la Unión de Hermandades?