La delegada del Gobierno andaluz en Cádiz y dirigente del PP de Cádiz, Ana Mestre, ha criticado sin ambages a su compañero de partido y candidato popular en Jerez, Antonio Saldaña, por el suceso que protagonizó con su coche, cuando fue pillado triplicando la tasa de alcoholemia. En los días posteriores, la dirección provincial le exigió su renuncia, pero la situación se resolvió con su salida de la portavocía de Diputación para centrarse en Jerez.
Preguntada en Diario de Cádiz sobre si le hubieran pedido igualmente su dimisión de haber logrado Saldaña llegar a alcalde en 2019, Mestre indica que sí, pues subraya que son temas personales que "repercuten en tu responsabilidad pública y política, tiene mucho que decir la propia persona sobre qué hacer tras un hecho de esa magnitud".
De hecho, Mestre ni siquiera le ratifica como futuro candidato del PP para Jerez en 2023, toda vez que el argumento, el de centrarse en la ciudad, permitió que se perdonara a un político al que el provincial, que dirige Mestre, condenó a marcharse. "Lo valoraremos en su momento".
Porque "en la vida se comenten errores todos los días", pero eso no significa que los cargos públicos, argumenta Mestre, dejen de responder por lo que hagan. "Se sabe las responsabilidades que se tiene" cuando se accede a representar a otros.
El último golpe para Saldaña que le dedica la jerezana Ana Mestre es demoledor. "La ejemplaridad nunca debió haberse ido de la política", ya que "aquí no hay opción a defensa alguna". Asimismo, responsabiliza directamente al ex candidato a la alcaldía de Jerez de elevar el pulso para mantenerse en el pleno del Ayuntamiento contra el primer anuncio del provincial, indicando que ella nunca cambió de opinión, que debía irse. "No hubo un cambio de postura sino que se respetó también en cierto modo la posición del propio afectado".
La última gran polémica de Saldaña ha sido la negativa del aún oficialmente portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de Jerez, Antonio Montero, se ha negado a firmar su baja para tal cargo, mientras ha vuelto a su trabajo en el Obispado, donde seguía trabajando aunque con un permiso parcial. El gobierno local esgrime informes jurídicos para indicar que el cambio de responsabilidades debe producirse por unanimidad, mientras Saldaña dice que no, que basta con mayoría dentro del grupo popular. Entre tanto, el jerezano ha perdido su asignación tanto procedente de Diputación como su salario municipal, al que no llegó a acceder.