Según un estudio publicado en la revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes, los temores sociales empiezan a partir de los 9 años. Pero, ¿cuáles son los mayores miedos de los pequeños? Según el informe, en la actualidad los principales son el miedo al peligro y a la muerte.
En el siglo XXI, los preadolescentes (de 10 a 12 años) se preocupan sobre todo por lo físico y lo emocional, denotando una falta de autoestima, mientras que en la adolescencia (de 13 a 14), sus preocupaciones están relacionadas con las afirmaciones personales, el atractivo social y sexual, el conocimiento personal, los impulsos sexuales, buscan tener más autonomía y dar un sentido a su presente. "A esa edad se preocupan por esa típica pregunta de, qué hago yo con mi vida", incide Yolanda Medina (Jerez, 1980), doctora en Psicología y psicóloga sanitaria. Pero también se puede hacer una distinción por géneros, ya que en líneas generales las chicas a los 12 años ya empiezan a tener problemas con su imagen y su identidad sexual.
Este tipo de preocupaciones están generando que un gran número de preadolescentes y adolescentes sufran ansiedad a temprana edad. "Es muy frecuente encontrarse ahora con niños con problemas de ansiedad. Los casos que yo he tenido han sido por ejemplo: crisis de ansiedad en clase, tanto en el colegio como en el instituto, y entonces los chicos empiezan a tener miedo de que le vuelva ocurrir otra vez en público y dejan de ir a clase", explica Yolanda Medina, quien en 2012 empezó a dar talleres de autoestima a chicas y de control de la agresividad a chicos en el colegio Hijas de San José, en Jerez.
Yolanda Medina posando momentos después de impartir un taller. FOTO: MANU GARCÍA.
"Fue una petición que recibí por parte de la orientadora del centro, vieron que era necesario tratar con los estudiantes el tema de los trastornos alimenticios, la imagen, la autoestima y el control de la agresividad", explica Medina. Y a través del enfoque cognitivo conductual, es decir, trabajar los pensamientos, las emociones y las conductas para que cada uno pueda gestionar una respuesta sana en función de la situación, pudo trabajar con los adolescentes. No obstante, hace cuestión de dos años se dio cuenta de que era necesario trabajar la educación emocional desde Infantil, al ver que su hijo de 4 años tenía mucho miedo a no pertenecer, a no tener amigos cuando entró en un nuevo curso.
Los miedos se construyen desde la infancia, es por ello que la psicóloga jerezana fue a hablar con la tutora de la clase de su pequeño y propuso realizar un taller en el aula. A través de simulaciones enseñó a los niños a defenderse, a decir que no y también a tolerar la frustración. "Se enfadan cuando no se hace lo que uno quiere, y eso es algo que hay que trabajar desde pequeños, al igual que controlar la ira y el enfado".
"Aquí el fin último es la prevención de conductas violentas, del consumo de sustancias y de problemas emocionales"
Si bien Medina tan solo llevó a cabo una clase, está estudiando cómo impartir talleres de educación emocional de manera continuada en Infantil, Primaria y Secundaria. "Me estoy moviendo por distintos colegios e institutos. Aquí el fin último es la prevención de conductas violentas, del consumo de sustancias y de problemas emocionales", destaca. "Si de pequeños aprendemos a defender nuestros derechos, a tolerar la frustración cuando no conseguimos lo que queremos, a afrontar los miedos, a querernos... de cara a la adolescencia, vamos a prevenir esos tres problemas", añade.
El objetivo de estos talleres de educación emocional que propone Medina es que el niño, el preadolescente o el adolescente sea una persona segura, que no tenga miedo, que se quiera... "Por eso mismo tenemos que trabajarlo desde infantil. Si desde chico nos hubieran enseñado a querernos, a mejorar los pensamientos y las actitudes negativas..., lo mismo esos miedos no lo tendríamos. Ese es el fondo de por qué esto es necesario", concluye la psicóloga jerezana.
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