Según recoge hoy el rotativo gratuito Viva Jerez, el concejal del Plan Especial de Promoción Cultural, Antonio Montero, se ha mostrado satisfecho con los resultados obtenidos en la pasada Fiesta de la Bulería, a pesar de que la decisión de trasladar el evento a la calle y con entrada gratuita limitada a 4.000 personas “fue un atrevimiento y una locura” que generó la lógica “controversia”. Las declaraciones del concejal del PP son especialmente significativas tras el aluvión de críticas e indignación que ha provocado en muchos jerezanos e incluso visitantes la celebración de la Fiesta en el recinto acotado del Mamelón, donde hubo pitos, gritos y abucheos de quienes no pudieron acceder al haber solo 4.000 sillas habilitadas.
En todo caso, Montero entiende que se ha marcado “un antes y un después” de la historia de una celebración flamenca, la tercera más antigua de España, que “estaba casi muerta”, convirtiéndose ahora en un evento “más popular que nunca” con el traslado y la gratuidad de las entradas. Un asunto, en cambio, del que se desmarcó la federación de peñas flamencas y que tampoco ha sido bien encajado por los especialistas y expertos de la ciudad.
En declaraciones al citado medio local, el popular insiste en que las “expectativas” que se depositaron en el traslado “se han cumplido” por lo que “debemos estar de enhorabuena”. La desinformación y caos organizativo, la lejanía de los artistas con el público, los cambios en los criterios de acceso (hubo hasta botellón dentro del recinto acotado), las sillas vacías por gente que recogió la famosa pulsera y no volvió, una malla verde a lo largo de lado de la calle San Juan Grande que impedía la visión de los muchos que se quedaron fuera y una pantalla gigante sin sonido en Cristina han sido el epicentro de una noche de quejas que, afortunadamente, concluyó sin incidentes de gravedad.