Antonio Ramos cierra 22 años al frente de los vecinos de La Plata: "Hay muy poco compromiso"

El movimiento vecinal de Jerez tiene en este nombre uno de sus impulsores más destacados. Ha decidido no seguir al frente de la asociación y a estas alturas no entiende "cómo hay vecinos que no miran por su barrio"

Antonio Ramos ante la emblemática Torre del Agua de la Plata.

El año 1986 se constituyó la asociación de vecinos de la barriada de La Plata desde Jerez. Desde ese inicio, Antonio Ramos Fuentes, 72 años de edad, empezó a desarrollar un arduo trabajo por el movimiento vecinal. Desde entonces, han sido 22 años en los que en diferentes periodos, ha estado al frente de este colectivo, siendo uno de los nombres fundamentales a la hora de entender el desarrollo de la reivindicación vecinal en la ciudad.

Ahora le ha llegado el momento de dejar esa responsabilidad, aunque su interés por la lucha vecinal permanece en su día a día al entrar en la federación de asociaciones de vecinos de Jerez. Su adiós fue en la última asamblea, en la que ya no optó al cargo de presidente, quedando la entidad con una gestora ante la falta de candidatos para ocupar el puesto.

El ex presidente vecinal en el interior del mercado de abastos de la Plata. JUAN CARLOS TORO

Esa es la realidad de los colectivos vecinales, que tuvieron una etapa floreciente en los primeros años de la etapa democrática con un espíritu altamente reivindicativo. Eso quedó atrás y la triste realidad es la falta de compromiso: “Hay poca colaboración. Hay muy poco compromiso por parte de los vecinos, por parte de los socios del barrio, hablo por el mío”.

Su marcha obedece a un buen propósito: "Queremos que entre gente nueva, gente joven con compromiso para llevar esto adelante”. Ramos entiende que desde su creación, la asociación “ha hecho una labor importante, mi junta y yo, no solo para los socios, sino para el resto de los vecinos del barrio”. Pero esa “gente nueva y joven” no aparece y más si cabe en un barrio como este, en el que la media de edad de sus vecinos es elevada.

“La intención no es desaparecer. La intención es que hay que renovar”, afirma Antonio Ramos, reiterando que el movimiento vecinal puede llegar a desaparecer “por lo dicho, por falta de compromiso, hay un número importante de vecinos a los que les da exactamente todo igual”, lamenta. El expresidente relaciona todas las actividades que se han impulsado para implicar al vecindario con una respuesta que no llega a las expectativas: “No se entiende como hay vecinos que no miran por su barrio”.

“Hablar con el Ayuntamiento es fácil, pero que actúe ya es más difícil en cuestiones de infraestructura o de acercar el barrio al Ayuntamiento o el Ayuntamiento al barrio”, reflexiona Ramos, quien no obstante, afirma que "las relaciones han sido muy buenas durante todo este periodo que he sido presidente,” pero hay "demandas por nuestra parte desde hace diez años en cuestiones fundamentales”.

Antonio Ramos en el parque infantil situado en la zona verde que lleva el nombre de la barriada. JUAN CARLOS TORO

Estas asignaturas pendientes las resume en el acerado, “que lo tenemos levantado y en muy malas condiciones”; el antiguo Mercado de Abastos, “al que no se le ha dado solución pese a las propuestas para rehabilitarlo y darle otras opciones comerciales”. O el estado de la plaza de la Constitución, que “está totalmente levantado, lo que provoca que haya personas que se han caído  y el acerado está destruido por las furgonetas del mercadillo de los jueves”.

En cuanto a acciones importantes conseguidas reseña “cuatro grandes obras en La Plata, como ha sido el alcantarillado y de desagüe de todos los bloques. El arreglo de una calle importante peatonal en que la calle Viñadores y otro gran trabajo que se ha hecho con la iluminación de la Torre del Agua al cumplir 75 años la construcción”. También se ha cambiado todo el alumbrado público por led.

¿Qué queda por hacer? Antonio Ramos habla de la creación en la calle Pizarro de un espacio para personas mayores y la rehabilitación del barrio, “que queda mucho bloque por hacer. Los bloques de esta barriada tienen ahora 75 años, desde 1948”. Lamenta que se consigue subvencionar el coste total, por lo que “los vecinos tienen que aportar una parte de la obra. Son vecinos mayores, prejubilados, jubilados con pensiones bajas; es imposible que paguen la parte que les corresponde por la rehabilitación”.

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