Los votos del PP sacan adelante el punto, llevado a pleno un año después del límite legal, algo que para el gobierno local demuestra el “descontrol” del anterior ejecutivo. Los populares sacan pecho por la reducción del déficit de Tesorería, propiciado por la petición de más de 400 millones a los ICO.
Un año después del límite legal, la Cuenta General de 2013 ha sido aprobada en pleno, pero solo con los votos del PP, partido que gobernó ese año la ciudad. Las abstenciones de PSOE, Ganemos y Ciudadanos y los votos en contra de los ediles de IU completaron la votación de este punto, de los primeros de una maratoniana sesión plenaria.
Para el teniente de alcaldesa de Economía, Santiago Galván, es una “vergüenza” que no haya sido hasta ahora cuando se han aprobado, lo que en su opinión da muestra del “descontrol” y “desorden” del anterior ejecutivo municipal. El hecho de no haber liquidado el Presupuesto de 2014 y no tener el de 2015 es “un ejemplo más de que no han hecho bien su trabajo”, sostuvo durante una de sus intervenciones.
“No son motivos políticos sino técnicos” los que han propiciado el retraso en la aprobación de la Cuenta General de 2013, aseguró el edil popular Antonio Saldaña, que lo justificó por la integración en el Ayuntamiento de las empresas municipales Ajemsa (agua), Jereyssa y Jesytel. “Le deseo la mitad del sufrimiento que hemos tenido nosotros para llegar a las cuentas que tenemos aquí”. “La Cuenta General del 2013 confirma la evolución favorable de la economía municipal con la gestión de los populares”, dijo un Saldaña que aseguró que “no hay ni un dato que en la evolución no sea positivo para la situación económica del Ayuntamiento”.
En redes sociales los populares han publicado un gráfico que informa de la reducción del déficit de Tesorería, que era de 419,4 millones en 2011 y de 189,6 millones en 2013, unas cifras que se explican por la petición de varios préstamos ICO, que durante el mandato del PP sumaron más de 400 millones de euros para pagar facturas a proveedores que en muchos casos estaban amontonadas en los cajones del Ayuntamiento, algunas incluso desde los años 90. Con esta operación, la deuda comercial pasó a ser deuda financiera, es decir, con los bancos, a los que lógicamente hay que pagarles unos intereses. Así, la ciudad es la que más debe de España a las entidades de crédito, unos 532 millones, por los 104 que se contabilizaban en 2011.
El índice de endeudamiento “ha alcanzado el 220%”, apuntó un Galván que entregó un informe de Intervención en el que se recoge que 2013 tuvo un resultado negativo de 10,9 millones de euros y un aumento en la deuda con proveedores de 37 millones entre 2012 y 2013. “No estamos de acuerdo en darle patadas hacia adelante a los problemas”, apuntó Raúl Ruiz-Berdejo, portavoz de IU, al que le preocupa que “el pago de la deuda esté por encima de ofrecer servicios a los ciudadanos”. C's, que poco o nada se ha mojado en sus intervenciones en pleno, se abstuvo al no contar “con información precisa”.