La salida efectiva de la Junta de Andalucía como colchón público del Parque Científico Tecnológico Agroindustrial de Jerez (PCTA) es la enésima mala noticia que tienen que encajar atónitos ya a estas alturas los jerezanos. Finalmente la ruptura no ha podido ser peor: la empresa pública que gestiona el proyecto será liquidada en una próxima junta general en pleno del Ayuntamiento. Carpetazo. De tecnópolis del agro a parque empresarial al uso. Mucho se habla del reintegro de los fondos estatales para el vivero de empresas y el Centro Tecnológico del Vino como causa mayor para la disolución de la sociedad y el 'adiós muy buenas' de las administraciones públicas en su respaldo a una iniciativa que estaba (o debe seguir estándolo) llamada a capitalizar cualquier autopista hacia la recuperación social y económica de la quinta ciudad andaluza.
La clave de este fatal desenlace se encuentra hace año y medio o más. Pelayo, que pese a la versión oficial conocía la situación del Parque desde verano de 2011 -durante los cinco años de gestión al frente del PTA de la exgerente todos los ejercicios se fueron cerrando con superávit-, ha dejado caer el último de los grandes proyectos estratégicos heredados de anteriores legislaturas. Tras pegar hace ya un par de años también el puntillazo a la Ciudad del Flamenco se agarra, curiosamente, al siempre cuestionado Circuito de Jerez como único clavo ardiendo para vender proyecto de ciudad con enjundia más o menos creíble y tangible.
Empeñado en relevar a la gerente de la empresa pública -nombrada en la anterior etapa socialista-, el gobierno de Pelayo ninguneó a su principal socio en el Parque, el Gobierno andaluz, y decidió por su cuenta y riesgo colocar a un gerente afín. La ATMJ incluso certificó ante notario meses antes de conocer su nombre quién iba a ser la persona seleccionada en un concurso en el que pujaban casi 300 candidatos. De hecho, en el pasado mes de septiembre se registró un escrito-denuncia a Fiscalía para que dilucide si pudo haber irregularidades penales en el proceso.
Como publicó La Voz del Sur en exclusiva, el gobierno del PP dedicó 4.000 euros a una empresa externa para dar apariencia de legalidad al inicio del relevo en la gerencia, pese a que “nunca hemos ocultado nuestra apuesta por determinadas personas”, como llegó a declarar públicamente la propia alcaldesa. Ya en 2014, el pasado 12 de febrero, se dictó sentencia por el Juzgado de lo Social nº 1 de Jerez en el procedimiento de despido con lesión de Derechos Fundamentales, por la que se calificaba de improcedente el despido de la gerente cesada y se condenaba al Parque al pago de una cuantiosa indemnización. Como sintetiza el concejal de IU Joaquín del Valle en una tribuna doble publicada en este medio, "en un acto de transparencia marca de la casa PP, el nuevo gobierno destituyó a todos los consejeros de la oposición de la junta de accionistas y acometió una campaña de acoso y derribo contra la antigua gerente que culminó con su despido e imposición de un nuevo gerente que no contaba con la aprobación de los consejeros de la Junta de Andalucía".
Empezó el fin del PCTA que conocíamos hasta 2011. Aquí hay que aclarar que el argumento de Pelayo asegurando que gracias al nuevo gerente se ha descubierto realmente el estado en el que se encontraba el Parque es de escasa consistencia. La propia exgerente confirma, y así se le ha trasladado a Fiscalía, que “en el primer consejo de administración, al frente del cual estaba la actual alcaldesa, de fecha 22 de julio de 2011, se me pidió un informe con las subvenciones concedidas al PTA y el estado de ejecución o justificación en el que se encontraban. Desde ese momento ya son conocedores de la situación del PTA”. Tras las acusaciones reiteradas del PP sobre su “desastrosa” labor, será la justicia “quien saque sus propias conclusiones”, como dijo la anterior gerente en rueda de prensa al anunciar su denuncia en los tribunales contra el equipo que lidera la también senadora García-Pelayo.
Arias no auxilió a Pelayo
Agosto de 2013. "No es asumible para la Junta que el nuevo gerente sea una persona que pone comentarios en las redes sociales que van más allá de la opinión política, porque llegan al insulto y a insinuaciones de corrupción sobre el PSOE, que gobierna en Andalucía, y el presidente de la Junta. Lo sentimos, pero es de tanta lógica que no puede llevar el empecinamiento de que sobre 300 curriculum que había sobre la mesa solo pueda ser esa persona", resumía en declaraciones recogidas por Diario de Jerez el delegado del Gobierno de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil. Allí incluso invitó a Pelayo a ir a la Justicia si cree que su gestión "torpedea a Jerez". Pero la cosa llegó al paroxismo meses antes. En junio, el socialista y la popular airearon incluso sus diferencias en público. Fue la primera amenaza de salida de la Junta del Parque. La deslealtad institucional se remontaba a frases como la de aquella isla rodeada de capullos. Pero Pelayo se envalentonó e incluso prometió que estaría el Ministerio de Agricultura, comandando aún por aquel entonces por su mentor Miguel Arias.“Si la Junta se va, que esperemos que no ocurra, será el Ministerio el que se encargue de que el PTA sea un PTA. Este parque va a salir adelante con o sin la Junta”, vino a decir. Ni rastro del Ejecutivo de Rajoy.
Y si el ministerio seguía sin aparecer, la cuerda se iba tensando hasta que se rompió. Hubo amago de retomar la sintonía y sacar adelante el proyecto pero finalmente se ha acordado el puntillazo, ese que arrancó con la única obsesión de los cargos y las luchas partidistas antes que los proyectos que tiren de una ciudad en barrena económica y social. "La decisión de la Junta no es fruto de un calentón", recalcaba López Gil, mientras se quejaba de la nula participación de los representantes de la Junta en las decisiones del consejo de administración del Parque. "Entendemos que tenemos que ser escuchados y no solo ser parte invitada para asistir a lo que una mayoría decida. Queremos estar con una participación activa y no en el producto de un rollo de una mayoría y con acuerdos que además son profundamente ofensivos para nuestra institución, algo que no vamos a permitir", llegando incluso a afirmar que "la alcaldesa confunde un cargo de confianza con una gerencia de un Parque Tecnológico en el que tenemos participación varias administraciones, que es muy diferente". Saldremos del Parque y saldremos del accionariado. Lógico.
Parece que Pelayo confundió el trato con la Junta, a la que desde el principio consideró adversario político del Parque, la oposición, con lo que realmente era (aún es hasta la disolución) un socio accionista con el 39% del capital. Pero es que es más, ni siquiera su forma de liderar desde el Consistorio el proyecto sirvió para enderezar el rumbo. Si nos atenemos al contenido de un informe interno de la sociedad que gestiona el PTA, publicado en su momento por este medio digital, ya se alertaba de la incertidumbre que pesaba sobre un proyecto de ciudad que “carece de estrategia” y que la alcaldesa Pelayo “se ha limitado a mantener en un estado de muy baja actividad y perfil, sin abrirlo a la participación del empresariado local”. "El PTA -abunda el documento- carece hoy de estrategia y proyecto: qué ofrecer, a qué tipo de empresas… Ello no excluye que algunas de las empresas asentadas en el recinto tengan un importante relieve e interés. Pero el Parque carece de instrumentos en el plano patrimonial para hacer efectivo cualquier proyecto, habida cuenta la total autonomía del propietario del suelo (Ayuntamiento) sobre las iniciativas a alentar; y tampoco dispone de otros instrumentos de intervención en otras áreas (financieros, conocimiento…)”.
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