El Gobierno municipal elevará al pleno de la próxima semana un acuerdo de cesión del antiguo Museo Taurino al obispado para uso de la Unión de Hermandades. El Gobierno local dice en una nota que “espera contar con la unanimidad de los grupos para dotar a la ciudad de un nuevo atractivo cultural y turístico”.
La fórmula adoptada será la cesión directa con carácter gratuito por 30 años del mencionado espacio que cuenta con una superficie de 847,32 metros cuadrados en la finca sita en calle Pozo del Olivar nº 6. La alcaldesa confía que este proyecto “permitirá difundir toda la riqueza histórico-artística del patrimonio cofrade de las hermandades de la ciudad y supone la culminación de meses de trabajo y colaboración”.
“Demostramos con esta decisión la firme apuesta de mi Gobierno por la difusión y puesta en valor de una de nuestras tradiciones y señas de identidad”, explica en el comunicado Mamen Sánchez.
El proyecto de museo no es nuevo. Ya con Pedro Pacheco como alcalde se propusieron varias opciones, que no llegaron a cuajar. Pelayo ofreció la casa Garvey del Mamelón como nueva sede, un vetusto edificio en el que cabía todo incluso la exposición. Aquello fue rechazado porque el arreglo de la casa superaba la capacidad del Consejo.
En la etapa actual de Sánchez se ofreció lo que fue restaurante y museo taurino. Eso tenía otro color y se dijo sí. Desde ese momento se inició un largo y desesperante procedimiento hasta culminar la operación.
Por su parte, el ayuntamiento vincula esta medida al éxito de la muestra que se abrió en Los Claustros para paliar la suspensión de todo en Semana Santa de pandemia. La pone como ejemplo de colaboración y de repercusión al exponer el patrimonio cofrade.