En octubre pasado, tras más de 30 años detrás de la barra, Jesús Pérez Mateos ‘El Rubio’ decidió cerrar uno de los negocios más carismáticos de la ciudad que reunía a una de las clientelas más cosmopolitas de Jerez en su negocio en la barriada de La Constancia. El bar El Rubio abrió sus puertas en 2002, año en el que Pérez se decidió a iniciar en solitario una aventura que se ha prolongado durante 22 años, más ocho años trabajando en el establecimiento vecino de El Chirri.
Esta cervecería con enorme personalidad sigue adelante, pese a la retirada del que fue su propietario durante tres décadas. Ahora la gestión está en manos del Grupo Tritón Hostelería, un cambio solo en la dirección porque en lo restante todo sigue igual: la misma cerveza a punto de congelación, los mismos precios y el mismo ambiente; solo cambia la decoración interior del local.
La filosofía que se sigue en esta etapa es clara: dar continuidad a un establecimiento en el que “los jerezanos hemos pasado mucho tiempo. Es un lugar muy castizo en Jerez y que no debía desaparecer”, señalan desde Grupo Tritón Hostelería, que se ha hecho con las riendas de este negocio: “Esa ha sido la idea desde el principio”.
Por supuesto, el bar sigue llamándose El Rubio, sin que el cliente habitual perciba variación alguna. “Solo le hemos dado nuestro toque en la decoración, siguiendo el estilo de aquí”, señala la nueva propiedad, que recalca: "Que nadie espere cosas distintas en cuanto a la fama que supo darle el anterior propietario”.
Un clásico de la barriada de La Constancia que no muere, solo se transforma muy levemente, para alegría de los múltiples clientes que ha ido ganando con el paso de los años, debido a un buen servicio que sigue manteniendo.