La vuelta de los cacharritos a Jerez deja una imagen al recorrer el recinto: solo faltan trajes de flamenca, porque, por lo demás, es prácticamente Feria de Jerez. Hay que fijarse para ver que no es lo mismo. Por ejemplo, hay menos atracciones. Y las calles son más anchas. Pero a eso de las seis de la tarde no faltaban colas para subirse a las atracciones. Es la alegría también de la distancia, que más o menos puede cumplirse con mucha prudencia, y teniendo en cuenta, también, que es un recinto abierto, sin un solo techo. Es el Parque de las Emociones.
Flavia viene de Écija y es una de las propietarias de puestos de patitos, un clásico. Cuenta que sus abuelos ya se dedicaban a las ferias, y así, tres generaciones. "Toda la vida", dice. Estuvo en Sevilla en el Vive Park. "Estamos muy contentos de retomar la actividad", cuenta. Cada vez que un niño -o un adulto- agarra una de las cañas, se desinfecta. La mano del niño y la caña. Los reyes de entre los premios a elegir siguen siendo los peluches. "También se desinfectan al entregárselos". Y con eso "yo creo que la gente está cómoda".
Si algo le falta a los cacharritos es que no tienen restos de albero. Porque en el trajín de zapatos del Hontoria a la zona acotada, cada año va ese polvillo calando. Este año, no. Todo más aséptico. En el Hontoria, mientras siguen las atracciones, no dejan de vacunar. Entre las mareas está una familia. Chabe y José Ángel, y los niños Pepo y Lucas. "Está todo bien cuidado y en atención es excelente", cuentan tras bajarse del tren del Oeste. Los niños se cortan, pero eso de las pistolas de agua les ha encantado.
El que disparaba era José Manuel, de Sevilla, que va de pocahontas en el tren, un estilo al llamado tren de la bruja, pero con temática western. Suena La tribu de los cañoneros, un clásico, de los que usan muy bien el mortero. Bailan este martes como si no llevaran cinco días con la misma canción. Y antes, en Vive Park. Y los que quedan. "Soy de la India", dice José Manuel. "Es una alegría abrir. La gente está bien. Estamos cuando se bajan con el filflí desinfectando". El fliflí es el pulverizador. Cuenta que el lunes se cayó con el agua.
Otro de los clásicos son las garrapiñadas y los cocos. Manuel dice que es "Manuel El Turronero", así se le conoce, procedente de Aguilar de la Frontera y con una camiseta del Córdoba CF. Pela cocos como el que pela pipas. Rebaña el interior con facilidad. "Llevaba 15 meses sin pelar cocos". Mira al cielo. "Esperemos que no venga lluvia, que la gente no sale, ni mucha calor, que la gente se va a la playa". Lo que tiene entre manos, cuenta, es gastronomía de feria. El año y pico en Aguilar se le ha hecho largo, porque en su pueblo no tiene otro negocio.
La siguiente parada, cuentan los ferianes, podría ser Chiclana. Luego, se especula con Algeciras y La Línea. "Se está negociando". Si llega el momento, los feriantes seguirán en tour "hasta que lleguen las lluvias fuertes", como dice Manuel El Turronero.
Fechas y horarios
Los cacharritos seguirán en Jerez finalmente hasta el 23 de mayo, después de que la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, haya anunciado la ampliación por una semana más de lo previsto. Entre semana, el horario es de 17 a 22 horas, mientras que los fines de semana y festivos se abrirá de 12 de la mañana a 22 horas.
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