Al igual que ya planteó Vox en Andalucía, PP y la ultraderecha tramitan en el Gobierno de Castilla y León una Ley de Concordia que rendirá honores a las víctimas del bando franquista. Lejos de los planteamientos de La Ley de Memoria Histórica estatal, que ha entrado en vigor recientemente, hay voces dentro del PSOE que apuntan también en esta dirección. Es el caso del delegado de Cultura del Ayuntamiento de Jerez, Francisco Camas, que dentro de sus competencias en asuntos de Memoria Democrática, ha pedido "caminar hacia el entendimiento y la concordia necesarios para la convivencia en la ciudad".
Esta reflexión llega después de que el propio Camas haya hecho público la reunión que ha mantenido con la familia del coronel —en la nota de prensa municipal se obvia referirse al militar como golpista o vincularlo al franquismo— Salvador Arizón, en relación a la "placa que rinde homenaje a la figura de este militar en el Cementerio de Nuestra Señora de la Merced de Jerez, y a raíz de la solicitud hecha recientemente a la alcaldesa, por parte de la asociación de Familiares y Amigos por la Recuperación de la Memoria Histórica de Jerez y la Comarca RMH de Jerez, el Grupo Memorialista de Jerez y el Grupo por la Memoria Histórica y Democrática de Jerez".
Tras este encuentro, el delegado ha explicado que “la familia se ha comprometido a asumir los términos establecidos en la Ley de Memoria Democrática y va a llevar a cabo las actuaciones necesarias para el cumplimiento de la misma”. Los colectivos memorialistas de la ciudad piden la retirada de la placa, que rinde honores y glorifica el Golpe, pero Camas ha dado la opción de rectificarla para respetar la legalidad vigente.
En la nota, Francisco Camas ha agradecido la "buena disposición de los familiares del coronel Arizón" y ha recordado que “entre todos debemos avanzar en el cumplimiento de la Ley y sobre todo caminar hacia el entendimiento y la concordia necesarios para la convivencia en la ciudad”.
La tibieza del gobierno local del PSOE en materia de Memoria Histórica en Jerez no es nueva. Muy lejos quedan aquellos años de polémicas por la retirada del busto de José María Pemán que el anterior gobierno del PP decidió instalar en el vestíbulo del Villamarta. Salvo el cambio de nombre del CEIP José María Pemán por CEIP Gloria Fuertes en la Barriada España, las actuaciones en esta materia han sido testimoniales. Solo el empuje de los colectivos memorialistas han permitido por primera vez en la historia democrática reciente realizar catas en zonas del municipio donde se cree que puede haber restos de víctimas del franquismo, catas arqueológicas que cayeron el olvido ante las primeras excavaciones infructuosas.
Ni tan siquiera un Memorial de las Víctimas del Franquismo ha salido adelante, pese a que hace años que se plantearon bocetos y que podía haber financiación y ubicación para dicho monumento. Una postura temerosa y pacata que más que ahondar en los anhelos de justicia y reparación está más próxima a las tesis de la ultraderecha de seguir poniendo tierra de por medio.
Un documento de 1940, rescatado por el historiador Jesús Caballero Ragel, cifra la represión franquista en Jerez en 3.000 asesinados, cuando se creía que las víctimas superaban el millar. Más al contrario, la publicación España Democrática ponía a Jerez como paradigma sistémico de la represión, contando incluso con campos de concentración como el Cortijo de Vicos.