Desde el pasado miércoles 30 de marzo, la Policía Nacional y el Cuerpo de la Policía Local en Jerez mantienen un dispositivo especial de seguridad dirigido a impedir la concentración de motoristas temerarios que realizan delitos e infracciones contra la seguridad vial con absoluto desprecio, tanto para su propia vida como para la del resto de usuarios de la vía y peatones en el espacio de la Avenida Blas Infante y sus inmediaciones.
Sin embargo, algo debe estar fallando para que vecinos y vecinas de la zona sigan remitiendo vídeos con estas conductas temerarias que, además de poner en riesgo la integridad de estos motoristas —muchos de ellos menores, según los vecinos— y al resto de los peatones y conductores, son un suplicio por el ruido constante que generan en barriadas como Santo Tomás de Aquino o Federico Mayo.
Y es que el riesgo de accidente es muy elevado dado el absoluto desprecio que los responsables manifiestan tanto por su por seguridad como por la de los grupos de personas que se sitúan en el acerado para observar el “espectáculo”, la perdida de control de una de las motocicletas y que esta embista contra las personas agolpadas en los laterales es un riesgo real que se trata de prevenir.
Durante el presente año 2022, de forma inesperada, este tipo de acciones se han adelantado en el tiempo de forma especialmente significativa lo que ha obligado, de igual forma, a las fuerzas de seguridad a adelantar el despliegue del operativo específico.
Los vecinos, no obstante, aseguran que aunque estas carreras ilegales aumentan conforme se acerca el Gran Premio de Motociclismo, se han convertido en práctica casi habitual todos los fines de semana en la zona.
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