Fue en el otoño de 2019 cuando la cadena hotelera Hotusa pidió licencia urbanística para iniciar la rehabilitación del inmueble situado al inicio de la calle Naranjas de Jerez, la casa palacio donde nació Manuel Lora Tamayo, quien fuera ministro de Educación del franquismo en la década de los 60, y que se recuerda en una lápida colocada en la fachada.
Tras más de cuatro años de obras, el magnífico aspecto que presenta el exterior señala que las obras han concluido o están a punto de hacerlo. Aunque en un principio se apuntó a que este edificio se destinaría a un hotel de lujo, finalmente, aunque la cadena propietaria no lo ha confirmado, parece que será destinado a una veintena de apartamentos de alto standing.
El palacio, que tiene 1.000 metros cuadrados, sótano y una azotea de grandes dimensiones, fue comprado por Hotusa, propietaria del Hotel Asta Regia de la calle San Agustín, por 700.000 euros. Su fachada cuenta con adornos neo-platerescos, considerada como una de las casa nobles que se levantaron a fínales del siglo XVIII.
Este palacio ha tenido a lo largo de los años, desde que dejó de ser casa familiar, una intens aactividad comercial en el sector bancario. Fue una sucursal de la Caja Rural, de la Caja de Ahorros, de la Caja Postal. Desde su abandono se encontraba en un estado deplorable tanto en su exterior como en su exterior a causa del continuo saqueo al que estivo sometido durante años.
Donde hace 120 años nació Lora Tamayo
Este jerezano, político y científico, nacido en la casa de la calle Naranjas en enero de 1904, cuenta con una dilatada y prestigiosa trayectoria a lo largo de su vida. Desde muy pronto, mostró su inclinación por las ciencias. Fue ministro de Educación y presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas durante la dictadura franquista. Es Hijo Predilecto de Jerez, donde además el centro educativo salesiano lleva su nombre.
En la década de los años cincuenta tuvo responsabilidades en las principales instituciones españolas dedicadas a la investigación. Destacado y prestigioso investigador en el campo de la Química Orgánica, como ministro estimuló la investigación, reordenó las Escuelas Técnicas Superiores y creó la figura universitaria del profesor agregado.
El resto de su vida activa y más allá de la jubilación lo dedicó a una intensa labor docente, centrada en la doble vinculación de la Química a los campos de la Medicina y la Farmacia. Dicha labor culminó con la creación del Centro Nacional de Química Orgánica, dentro del CSIC.
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