En el mes de mayo pasado, el restaurador jerezano Manuel Cobo comenzó la restauración de la Virgen de la Paz y Concordia por encargo de la cofradía de La Cena. La imagen ha sido recepcionada en la noche de este martes en el transcurso de una misa en la que la Dolorosa ha estado expuesta al pie del presbiterio vestida con todas sus galas.
Han sido cinco meses de trabajo en los que, como ha explicado a lavozdelsur.es el restaurador, se ha procedido a una consolidación general de la imagen que ha implicado el cambio de candelero ya que “el que tenía antes no correspondía a su hechura”, algo que ha hecho posible que recupere la inclinación original de la talla.
Otro detalle ha sido el cambio de las manos. Las nuevas se corresponden con el autor de la Virgen, que el doctor en Historia, José Manuel Moreno Arana, ha atribuido a un imaginero cuyo nombre desvelará en una conferencia que ofrecerá en unos días, cuando pase la Magna.
El restaurador justifica la sustitución por la baja calidad de las anteriores “y eran desproporcionadas a la talla”. Las nuevas han sido realizadas por el sevillano Ismael Delgado, que ha seguido el patrón del autor al que Moreno Arana atribuye la imagen.
Cobo explica otras intervenciones realizadas como la limpieza general que se ha llevado a cabo “intentando recuperar la policromía antigua, pero no ha sido posible porque solo se conservaba en menos de un 30 por ciento, así que me he limitado a la labor de limpieza”.
Asimismo se han sustituido las pestañas por otras más adecuadas y finalmente se ha reintegrado el cromatismo en la encarnadura donde hacía falta y se le ha aplicado una protección final. Para Manuel Cobo, “estamos hablando de que se ha recuperado una de la mejores dolorosas de Jerez, que ciertamente era algo desconocida y que ahora es la oportunidad de redescubrirla y admirar su belleza y hechura”.
Este profesional acumula importantes trabajos en Jerez y en otras localidades. Restauró el cuadro de Valdés Leal que cuelga en San Miguel, el Cristo de la Clemencia, la Inmaculada del Voto de la Catedral, entre otras piezas.
En un comunicado, la hermandad expresa que “ha sido un honor devolverle todo su esplendor, respetando cada detalle y asegurando que su belleza y significado perduren en el tiempo”. También asevera que la restauración permite “recuperar la pureza de sus formas y colores, preservando la esencia de la Virgen de la Paz y Concordia”.