Los bloques de la plaza José María Lara dan la sensación de que se edificaron con desgana hace ahora 22 años. Y ya no solo hablamos de esa apariencia tan comúnmente triste de los pisos de protección oficial, sino de la manera en que se construyeron. No lo dice quien suscribe, sino Manuel Núñez, presidente vecinal de los también conocidos como Los Pitufos —por su color azulado— y 40 años ligado a la construcción, quien todavía no se explica cómo fue posible un planteamiento urbanístico tan pésimo en este punto de la zona sur de Jerez.
Y es que, desde el primer mes en que los inquilinos pisaron sus casas, la humedad hizo acto de presencia. La explicación la tiene el río que pasa por debajo de sus viviendas. “A esto no le dicen las playas de San Telmo por gusto”, recuerda Manuel, en relación a las aguas que discurren por este entorno y que alcanzan una cota que prácticamente roza el suelo de las viviendas, sobre todo en época de lluvias, cuando se producen filtraciones y el forjado sanitario sobre el que se construyeron los bloques acaba anegándose.
Hasta 2009, fecha en la que la gestión de las 68 viviendas pasaron del Ayuntamiento a la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), los vecinos dicen que los bajos se vaciaban de agua dos veces al año. Desde entonces, nunca. Aun así, los problemas llegaron mucho antes. “En esta casa ya hemos comprado muebles tres veces, porque se pudren de la humedad. Pero ya no compramos más hasta que no arreglen esto”, denuncia Manuel. En su hogar viven actualmente siete personas y algunos tienen que dormir en sofás y en un colchón tirado en el suelo del salón. Uno de los dormitorios está inutilizado ya que está comido por la humedad. “Aquí estamos todo el día con la lejía en la mano y refregando las paredes”, dice la esposa de Manuel, María Luisa Díaz, de 73 años y que padece bronquitis asmática. “Aquí solo podemos estar para dormir, y de mala manera”, añade.
Isabel Pérez Romero, otra vecina de Los Pitufos, muestra también el dormitorio de su hijo de 17 años, igualmente inutilizado por la humedad. “Mira los inhaladores que tiene que usar mi hijo”, nos muestra. Las manchas en las paredes y el intenso olor a húmedo hace imposible habitar este cuarto. “Aquí tenemos que tener puesto el calentador encendido casi las 24 horas”, critica. “Hay otra vecina que exprime de agua la ropa que tiene en sus armarios”, añade la hija de Isabel.
Raro es quien no sufre aquí problemas respiratorios o de huesos. “No somos bichos, somos personas. No hay derecho a que nos tengan así”, denuncian los vecinos, que la semana pasada se trasladaron al Parlamento de Andalucía para denunciar su problema de la mano del parlamentario popular Antonio Saldaña. Gracias a eso, le arrancaron la promesa de una "solución definitiva" al consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, que además anunció que visitará San Telmo este miércoles. Eso sí, los vecinos seguirán alerta: “Si esto se queda parado, nos vamos a Lima si es necesario para que nos oigan”.
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