La empresa jerezana Gesmacont ha iniciado el montaje de las estructuras de palcos y tribunas para la Semana Santa. Como es habitual, este trabajo ha comenzado en la Alameda de Cristina donde se pueden ver descargado todo el material así como parte de la instalación ya iniciada.
Recodar que este año el ayuntamiento ha externalizado este trabajo mediante un concurso público cuyo precio, con IVA, llega a los 106.000 euros, curiosamente el mismo importe que le supuso a la Unión de Hermandades cuando Pelayo, en su última etapa como alcaldesa, dejó en el tejado de las cofradías la gestión y pago del montaje.
El Gobierno local justificó la decisión de no asumir el montaje con personal y medios propios, tal y como ha venido haciendo desde la llegada a la Alcaldía de Mamen Sánchez, aludiendo a la falta de operarios para destinarlos a este trabajo, lo que suponía no garantizar concluir el mismo en el tiempo previsto, que es en las vísperas del Domingo de Ramos.
No obstante, fuentes municipales estiman que la instalación podría adelantarse dado que la empresa encargada adelantará todo lo posible. Al ser una empresa privada, el principio de ahorro en costes y mayor beneficio se alcanza avanzando los plazos. Gesmacont montará, reparará y desmontará todas las estructuras, según se especifica en el contrato.
En la Carrera Oficial de Jerez se instalarán 1.396 palcos, 88 más que en 2022 dado que se recuperan los que se suprimeron en la calle José Luis Díez por las obras, cuya distribución no varía en relación a años precedentes excepto en la calle Jose Luis Diez que, tras la amplia reforma de la vía, los palcos se instalarán en el centro de la calle y no en el lateral donde se ubica la parada de taxis.
Cambios más sustanciales se podrían producir para 2024 en función de los planes municipales de reordenar todo el entorno de la Catedral. Eso hará posible usar espacios como la cuesta Cristo de la Viga e incluso la bajada del reducto, ahora escalonada, desde el busto al cardenal Bueno Montreal. Incluso se plantea reformar la cuesta de la Encarnación, actualmente con una gran pendiente que imposibilita el paso de las cofradías.