Las obras recién empezadas para el desdoble de la avenida Reina Sofía de Jerez, a la altura del antiguo Rancho Croft, ha dejado una primera imagen icónica que está circulando por redes sociales: la demolición de grandes dimensiones. Los lamentos por este nuevo arboricidio son constantes. "¡Esto sí que es una gran pena! Y encima dándonos lecciones de cómo cuidar el planeta. ¿No hay otra solución si molestan los árboles en el proyecto?", se pregunta un usuario.
El profesor jubilado y divulgador medioambiental Agustín García Lázaro, asegura que "duele el alma" al ver las imágenes. "Ya se sabía que estaban estos árboles aquí desde hace mucho y, con el sitio que hay ahí, podían haberse proyectado otras soluciones que pasaran por conservar los árboles. Un pequeño bulevar, otra rotonda, una reducción de la acera o un pequeño desplazamiento de esa segunda calzada...", reseña García Lázaro, quien prosigue: "Una vez más se ha ido a lo fácil. El árbol siempre es el que estorba y si hay que cortarlo se le corta".
El teniente de alcaldesa de Urbanismo, José Antonio Díaz, consultado por lavozdelsur.es, reseña que esta actuación estaba contemplada en el proyecto de urbanización, paralizado durante 20 años, "y desbloqueado por este gobierno". "Por esa zona va a discurrir el desdoble (de la antigua N-IV), no había otra forma de hacerlo", señala.
Díaz asegura que, "en compensación", cuando esté culminado el proyecto se habrán plantado alrededor de 50 árboles, entre el que se ubicará en el acerado y en el parque previsto. "Éste es un proyecto que ha estado bloqueado durante 20 años bloqueado y que este gobierno ha sido capaz de desbloquear. En esta arteria principal de movilidad de la ciudad se podrá reducir y aliviar el tráfico en este tramo, que era un embudo, además de mejorar estéticamente con zonas verdes, nueva arboleda, nuevo acerado y el desdoble de la vía", agrega.
Las obras pretenden convertir en tramo urbano la zona que restaba por desdoblar en la avenida Reina Sofía, donde se implantará un macrocomplejo de FP que ocupará las antiguas dependencias bodegueras de Croft, al norte de la ciudad. Las antiguas bodegas Croft quedarán divididas así en cuatro zonas: Centro de Formación Profesional ‘Ilerna-Albor’; parque comercial y de restauración y dos zonas verdes abiertas a la ciudadanía que seguirán el modelo de las ubicadas en la misma avenida (zona del Carrascal).
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