Estar amonestado por el obispado no significa ir por el mal camino. Así de claro lo tienen los que conviven con Marco Antonio Martínez Moreno, un sacerdote que deja huella. "Es la mejor persona que he conocido", dice abiertamente un joven del Centro Juvenil Futuro Abierto, que desarrolla su actividad en la Casa Salesiana Manuel Lora Tamayo.
Francisco, un educador salesiano, dice haber tenido "la suerte" de trabajar una década "codo con codo" con Marco y tiene muy claro que "tiene el don de tocar corazones". Por encima de todo, destaca "cómo se desvive. Siempre dice que en la vida se puede vivir o desvivirse por los chavales y él ha elegido lo segundo. No todo el mundo es capaz de llenar una misa, ni movilizar a cientos de jóvenes en Jerez, Huelva, Badajoz o Sanlúcar la Mayor".
"Tiene el don de que la gente lo quiera. Yo creo que la Iglesia tiene que estar cercana a los chavales, hacer a los que ellos les gusta. Marco es una superestrella y bajo mi punto de vista como educador salesiano, trabajar con él es trabajar con un santo", añade.
Sus allegados no le dan importancia a lo que se ha dicho de él en las últimas horas. "Si Jesucristo no contentó a todo el mundo... Es un adelantado a su tiempo, un Don Bosco de estos tiempos. Nos quedamos con eso y con que busca recursos debajo de las piedras para la barriada de Icovesa".
Abraham Ossorio Garrido, presidente del Centro Juvenil, destaca del sacerdote que "la mayoría que lo conocen y saben cómo trabaja y su entrega por los jóvenes saben que está allanando un camino que funciona. Sus métodos dan resultado: las misas, las formaciones, los viernes de grupos de fe y de pastoral los ha potenciado al máximo".
"Nos congregamos los viernes en el centro alrededor de unos 50 animadores y 400 niños y niñas. Los animadores enseñan cómo preparar una eucaristía familia y los niños participan. Desde que llegó Marco eso es indispensable. No se cabe en la iglesia y los niños son partícipes, les gusta y quieren volver", explica Abraham.
¿Formas irrespetuosas? El joven señala que en la misa se hacen "pequeños gestos para ilustrar el evangelio con total respeto pero con unos métodos que acercan la palabra de Dios a los más pequeños. El compromioso de Marco es impagable y es de las mejores personas que hemos conocido. Aparte de ser profesor y salesiano, es consejero para cualquier problema familiar. Marco siempre está a su disposición y eso es precioso".
Una madre del centro de Jerez habla de Marco sin ser creyente, pero su admiración va por encima de la fe cristiana: "Es una persona íntegra, sigue los pasos de Don Bosco. Es impresionante escucharlo en la misa, te hace reflexionar, te hace ser mejor persona. Habrá gente que se espante, pero las misas están llenas de familias, los niños suben al altar, participan, los mayores desde sus sitios cantan y tocan las palmas. Eso es una alegría".
Hablan de él como una buena influencia porque "cuando decimos que los jóvenes no se interesan por nada y van a los suyo, Marco consigue que no sea así. Con el Proyecto Avanti se recauda dinero para personas sin techo y Marco consigue que los niños se impliquen y salgan a repartir. El que tenga dudas, que vaya al colegio y lo vea en acción". Ahí queda el reto.