Llueve sobre mojado en los comedores escolares. La calidad y la cantidad de los alimentos dejan mucho que desear en la mayoría de las ocasiones y se echa de menos una cocina tradicional que garantice la buena alimentación de los más pequeños.
Padres del CEIP La Unión de Jerez han denunciado la situación que se vive en el centro en este apartado, donde no se cumple buena parte del pliego de prescripciones técnicas de la Agencia Pública Andaluza de Educación. Este documento es el que marca las características técnicas necesarias para la gestión del servicio público de comedor escolar y el programa de refuerzo en alimentación infantil (PRAI) en los Centros docentes Públicos dependientes de la Consejería de Educación y Deporte.
"Todos los años salen noticias de la mala calidad de la comida y de la poca cantidad, pero nada cambia. Lo que necesitamos son cambios estructurales", denuncia un padre.
En el caso del CEIP La Unión, la empresa que se encarga del comedor es Aramark, la que gestiona más comedores públicos de Andalucía. Este periódico se puso en contacto con la empresa catalana para hablar sobre las críticas lanzadas sobre su servicio, pero prefirió no hacer declaraciones.
Tampoco se ha querido manifestar el equipo directivo del colegio al considerar que es la Junta de Andalucía la que suscribe los acuerdos con las empresas y la encargada de controlar que todo se cumple a rajatabla. Dice estar al margen de toda responsabilidad.
"Esto se repetirá mientras que se mantenga el modelo. Hay que caminar hacia la comida in situ y no la refrigerada, acercar los centros de producción. Ahora está en Sevilla y los niños no comen comida recién hecha ni con materia prima de calidad", dicen los padres.
La elaboración del menú lo realiza Aramark y, supuestamente, cuenta con el visto bueno de la Junta. En los pliegos se dice que "uno de los aspectos básicos a la hora de elaborar los menús escolares es cubrir los requerimientos de energía y nutrientes, teniendo en cuenta la edad de los escolares a los que va destinado el menú en el momento del servicio público. El aporte energético y de nutrientes, correspondiente a la comida del medio día debe de ser entre el 30 -35% del total de las necesidades diarias".
Ésa es la teoría, pero después el pescado no es de calidad, las raciones son escasas y la fruta está pasada o muy madura, según los testimonios de los padres. "Los niños llegan con hambre a casa, pero no tenemos más remedio que dejarlos en el comedor por un tema de conciliación. En casa se pegan una merienda tremenda para compensar lo que no han comido antes".
Los demandantes del comedor lo tienen que solicitar la primera semana de junio y para ello hay que reunir los requisitos establecidos por la Junta. El Gobierno andaluz realiza unas bonificaciones a través de la Consejería de Educación y algunas familias tienen la comida totalmente subvencionada. Otras pueden llegar a pagar hasta casi cinco euros por cada menú.
Pero no sólo se trata de comer, ya que en el pliego de prescripciones técnicas también se habla de un plan pedagógico para que los niños sean instruidos en una alimentación sana. Eso tampoco se lleva a cabo por falta de personal.
La Junta de Andalucía anunció a mediados de enero que llevó a cabo un total de 491 evaluaciones presenciales en comedores escolares públicos de la comunidad autónoma durante el pasado curso 2022-2023, y tras ese proceso el 78,4 por ciento de los comedores obtuvo un "resultado conforme".
Supuestamente el Plan Evacole de la Junta es la herramienta de seguimiento y garantía de calidad alimentaria, pero los padres del colegio jerezano hablan de "oscurantismo" porque nadie les informa de los resultados de las evaluaciones realizadas.