Una protectora de animales, la asociación Jerez Felina, ha denunciado ante la Policía Nacional la clausura de un edificio de propiedad municipal situado junto a la estación de ferrocarril. Se trata de la antigua nave de Renfe que posteriormente fue a parar a manos del Ayuntamiento con el objetivo de convertirse en imprenta municipal pero cuya remodelación finalmente no quedó en nada, convirtiéndose en un chutadero en su día, luego en un foco de infección y por último, en hogar de una colonia de gatos.
Ahora, ante las denuncias de insalubridad del vecindario, el Consistorio ha procedido a cerrar los accesos al recinto, si bien los operarios municipales lo han hecho obviando que dentro había al menos una veintena de felinos. Tras conocer estos hechos, la protectora de animales ha procedido a denunciar los hechos, señalando que impide el acceso y la salida, tanto de los animales como de las personas que procedían a alimentarlos, por lo que los animales están destinados a sufrir "una muerte agónica".
Junto a Jerez Felina, la también asociación animalista Gatos de El Puerto se personó en comisaría, añadiendo en la denuncia que el Ayuntamiento, a través de su delegación de Medio Ambiente "tenía conocimiento de estos hechos y no ha hecho nada al respecto". Desde dicha asociación señalan que disponen de autorización administrativa para cuidar las colonias de gatos y estamos respaldados por el Consistorio para realizar tal labor que, por ley, le corresponde a la corporación local.
De esta manera, Gatos de El Puerto considera que el Ayuntamiento de Jerez podría incurrir en una infracción grave de la Ley de Protección Animal de la comunidad andaluza en lo que respecta a "no facilitar a los animales la alimentación adecuada a sus necesidades", lo que además se considera "abandono" y por tanto, maltrato, lo que está tipificado en el Código Penal y puede incurrir en delito.