Marcos Carribero, el joven jerezano que ha sido sometido a más de 50 intervenciones quirúrgicas a sus 20 años de edad, lleva más de un año esperando para que le extraigan unas muelas. En su caso, debido a su patología, lo que es una simple visita al dentista para una persona sin problemas médicos se complica bastante y necesita ser operado.
Tras un año esperando para ser visto por el maxilofacial, el pasado mes de febrero le comunicaron a la familia que Marcos tendría que ser operado y, para ello, debería aguardar al menos un año más debido a las interminables listas de espera.
Al ser un paciente de alto riesgo, y después de la denuncia pública realizada por su padre, Juan Carribero, el mes pasado vieron a Marcos en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Allí le comentaron que para agilizar todo, derivarían al joven paciente al Santa Isabel, un hospital privado de la capital hispalense. "Nos dijeron que fuera en ayunas para hacerle radiografías, electro y demás. Llegamos a las ocho de la mañana, con lo que eso supone para un niño con los problemas de Marcos, y estuvimos esperando hasta las cuatro de la tarde para que le viera el anestesista", cuenta su progenitor a lavozdelsur.es.
La sorpresa, cuando lo vio el anestesista, fue mayúscula para la familia. "Nos comentaron que allí no podían operar a Marcos porque no había medios". Juan Carribero no entiende cómo no se leyeron antes el informe con la patología que arrastra su hijo.
Tras este intento frustrado de intervención, hoy Marcos ha vuelto a acudir al Virgen Macarena. Otra vez ha pasado por los mismos trámites: analísticas, electro, radiografías y prueba de preanestesia. Todo esto sin saber tan siquiera la fecha en la que podrá ser intervenido. Cuando los padres pidieron cita eran dos muelas las que estaban perjudicadas. Ya son cuatro las que pueden ser extraídas. "Y tras más de un año esperando, todavía seguimos sin que operen a Marcos. Y después tendremos otro problema. Cada vez le cuesta más moler y cuando le quiten las muelas no va a poder comer".
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