Ecologistas en Acción dice que Medio Ambiente "no muestra interés" por el Guadalete

Una imagen retrospectiva del río Guadalete. FOTO: JUAN CARLOS TORO

El colectivo y la Asociación Tempul abandonan el consejo local de medio ambiente, ya que lo consideran "una pérdida de tiempo” por la "falta de voluntad e interés político” del gobierno local.

Ecologistas en Acción Jerez y la Asociación Tempul para la defensa del patrimonio histórico y natural han decidido dejar de formar parte del consejo local de Medio Ambiente, el órgano municipal que estudia las decisiones a emprender en torno a esta materia, por considerar que “no tiene sentido”, ya que el gobierno local “no muestra el más mínimo interés y respeto por las organizaciones que lo componen”.

“La gota que ha colmado el vaso ha sido la indolencia mostrada en posibilitar una labor efectiva del grupo de trabajo sobre el río Guadalete, constituido por decisión del propio consejo local de medio ambiente”, recoge el comunicado firmado por ambas asociaciones, que señalan que el ejecutivo socialista “no solo no asiste a la única reunión que se celebró hace cuatro meses al respecto, sino que pasado el tiempo no consta que la delegación municipal de Medio Ambiente se haya interesado”.

“No ha resultado fácil, dado que se ha mantenido siempre una actitud positivista aun siendo conscientes de que nuestra permanencia suponía una pérdida de tiempo”, señalan Ecologistas y la asociación Tempul en el comunicado remitido a los medios, que acusan al gobierno local de “falta de voluntad e interés político”. “Desde la llegada al Consistorio del actual equipo de gobierno —abunda la misiva—, la ausencia de proactividad ha sido una constante y los incumplimientos de los compromisos adoptados ante el consejo se han ido acumulando”.

Este órgano, el consejo local de medio ambiente, “ha sido o ha pretendido ser la expresión más clara de un concepto de democracia directa o cuanto menos de un modo de entender la política municipal en su vertiente mas cercana a la ciudadanía”, señalan ambos colectivos, que añaden que “la práctica ha sido otra bien distinta” y tienen la sensación de que “sigue siendo un mal obligado para el delegado o delegada de turno, que acude a él con pocas ganas y con la única intención de cubrir el expediente y demorar lo máximo posible la convocatoria para la celebración de la siguiente”. “Esta desidia política —añaden— ha sido un común denominador común durante las distintas legislaturas municipales”.