La Escuela de Pilotos comienza los trabajos de restauración del antiguo prostíbulo, unas instalaciones que volverán a ejercer de complejo hotelero y en las que acogerá a instructores y alumnos.
Un cartel en la puerta avisa: “Estas instalaciones han sido adquiridas por Flight Training Europe”. Las letras rojas, metálicas, que antes adornaban la entrada, descansan detrás de la puerta. En ellas se podía leer Vaji 96, ahora hay que afinar la vista para apreciar la marca dejada en el muro tras su retirada. El conocido club de alterne, llamado popularmente Don Tico —el nombre del hotel que lo ocupaba anteriormente—, ya no ejerce como tal. El recinto ha cambiado de dueño, aunque todavía hay algún despistado que no se ha enterado. Hay quien sigue preguntando por su anterior dedicación, aunque termina dando la vuelta frustrado por el varapalo. Por las instalaciones solo deambulan ahora los operarios que, poco a poco, están desalojando las habitaciones, en el que es el paso previo a las obras que se ejecutarán en el recinto, que tienen previsto iniciarse en el mes de febrero. La intención de la Escuela de Pilotos, que es quien gestiona ahora las tres hectáreas del antiguo Vaji 96, es que estén operativas durante el segundo trimestre del año.
Unos 800.000 euros de deuda tienen la culpa de que el histórico negocio de alterne cierre sus puertas. La empresa que gestionaba las instalaciones venía arrastrando problemas de liquidez desde hacía años, ya que en 2015 se conoció que las instalaciones salieron a subasta, aunque entonces no encontraron comprador. El propietario de los clubes Vaji, Julio Jaén, sin embargo, lo niega: “Lo del embargo no es cierto”, apunta en unas escuetas declaraciones a El Mundo. Lo cierto es que, dos años después de aquello, la entidad bancaria que era propietaria de los terrenos les ha encontrado por fin acomodo, poniendo fin a la historia de Don Tico, denominado luego Vaji 96, un espacio que empezó como complejo hotelero y que, aunque no ha cambiado la licencia de actividad, es de sobras conocido que se usaba como club de alterne.
Unas 80 habitaciones, calculan fuentes consultadas, tiene el antiguo prostíbulo, donde la compañía formativa acogerá a sus alumnos, procedentes de países europeos como Reino Unido, Italia, Francia o Irlanda. El embargo ejecutado por el banco, propietario de los terrenos, a sus anteriores propietarios, ha sido aprovechado por la Escuela para seguir mejorando sus prestaciones, cuando están a punto de cumplir 30 años de existencia, los últimos 15 en Jerez, tras un periodo inicial en Prestwick (Escocia). La Escuela de Pilotos, durante su extensa trayectoria, ha formado a más de 2.000 pilotos y, ahora mismo, acoge a 200 alumnos al año, una cifra que prevé aumentar cuando estén operativas las instalaciones del antiguo Don Tico.
Los terrenos que ocupa ahora junto al Aeropuerto de Jerez, donde trabajan 140 personas y que cuentan con 14 aulas, 8 simuladores, 29 aeronaves y 222 habitaciones, no dan más de sí, por lo que la ampliación pretende acabar con la lista de espera de seis meses con la que cuenta ahora la Escuela, que recientemente ha firmado un convenio con Iberia para ejercer como formadora oficial de sus futuros pilotos, aunque fuentes consultadas desmienten que sea éste el motivo por el que se han adquirido las nuevas instalaciones.
Comentarios