Lo de los robos en el centro de Jerez ha llegado a tal punto que no hay propietario de un negocio, ya sea hostelero o comercial, que no se le pase por la cabeza que pueda ser el siguiente afectado.
El último en engrosar esta negra lista es el restaurante Amar, en calle Latorre. A las cinco de la madrugada unos vecinos del entorno escuchaban fuertes golpes. Al asomarse al balcón vieron a una persona, con una sudadera y cubierta con una capucha, dando golpes a uno de los cristales del establecimiento hostelero con una maza.
Tras unos segundos, el ladrón conseguía su objetivo, rompía el ventanal y accedía al restaurante para hacerse con dinero de la caja fuerte, una tablet y una PDA para después huir por la calle Letrados, según confirma a lavozdelsur.es el propietario de Amar, el chef Julián Olivares.
Afortunadamente, el ladrón fue detenido minutos después de los hechos. Los vecinos testigos de los hechos pusieron en alerta a la Policía Local, que lo localizó aunque sin el botín, lamenta Olivares, por lo que se entiende que el delincuente pudo deshacerse de lo robado ante la previsión de que pudiera ser localizado por las fuerzas de seguridad.
Se desconoce por el momento si esta persona es responsable de alguno de los otros robos cometidos en el centro en las últimas semanas, si bien el modus operandi empleado en esta ocasión es diferente, pues si bien ahora se ha hecho uso de una maza, los últimos robos con violencia se cometieron empleando tapas de alcantarilla para romper los escaparates y las puertas de cristal de los comercios.