El (supuesto) primer año de la recuperación económica apenas se nota en Jerez

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Aunque los datos del paro mejoran muy levemente en 2016 con respecto a 2015, la sensación de desasosiego sigue instalada en la ciudad ante la falta de una industria potente.

Jerez finaliza 2016, el presunto primer año de la recuperación económica tras la crisis, con mejores cifras de desempleo con respecto a 2015, lo que, por el contrario, no mejora esa sensación de desasosiego que hace a muchos pensar en hacer las maletas en busca de un futuro mejor. Sí es verdad que los hosteleros y los comerciantes afirman que se nota un poco más de "alegría" en las carteras -algo que puede comprobarse fácilmente en estos días navideños, con tiendas y terrazas a rebosar-, pero en Andalucía en general y en la provincia de Cádiz en particular, esa recuperación todavía no termina de verse. A falta de conocer las cifras de diciembre, la ciudad acumulaba en noviembre 31.936 desocupados, 1.672 menos que hace justo un año, a pesar de todo, unos datos todavía horripilantes a lo que se añadía que era el tercer mes consecutivo en el que se producía un aumento. Cabe pensar que los datos de diciembre, gracias a la campaña navideña, mejorarán esas cifras, pero así y todo aún quedan lejanos esos 22.135 desempleados que la ciudad acumulaba en septiembre de 2008, fecha que se considera la del inicio de la crisis.

De otro lado, la ciudad sigue agarrándose al clavo ardiendo del turismo y la hostelería, que muchos consideran sinónimo de empleo precario, pero que llena los hoteles en Feria, durante el Mundial de MotoGp y ahora también a final de año gracias a las Zambombas. Con un PCTA y una Ciudad del Transporte en horas bajas; con parques empresariales que cada vez ofrecen estampas más tristes de concesionarios y naves vacías y saqueadas; con un sector empresarial cada vez más raquítico; y con un Centro de Negocios de San Agustín que no ha llegado aún a despegar, las pocas noticias esperanzadoras han sido, de un lado, el anuncio del montaje de una fábrica de puntas de acero para zapatos, que abrirá en la zona Sur en el primer trimestre de 2017 y que aspira a dar empleo a unas 150 personas; la futura expansión a Jerez de la empresa agroalimentaria Embumar, de Sanlúcar, que abrirá en nuestra ciudad una planta y creará unos 50 puestos de trabajo; la rehabilitación del vivero municipal de empresas Andana; y sobre todo, comprobar que Andrew Tan, el nuevo dueño de Fundador, está mostrando gran interés por levantar el maltratado centro histórico. Por cierto, que este año también se conocía que Fundador, junto a González Byass, volvían a recuperar para Jerez la marca Domecq, en manos hasta ahora de la francesa Pernod Ricard. Y siguiendo con el sector del vino, la polémica del Bag in box no solo no ha terminado en 2016, sino que se ha enquistado, llegando a los tribunales y acentuando las diferencias existentes entre las bodegas sanluqueñas y jerezanas en su idea de cómo se tienen que comercializar los vinos del Marco.El que sí parece notar de verdad la recuperación es el aeropuerto de Jerez. Tras tocar techo en 2007 con 1.607.868 pasajeros, desde entonces La Parra fue perdiendo usuarios hasta el punto de que en 2014 no llegó ni a los 800.000. Un año después empezaron a mejorar sus números y en este 2016, y a falta de conocerse los datos de diciembre, el aeródromo cerrará mirando de cerca el millón de pasajeros. 

Por otra parte, es esperanzador ver que cada vez hay más jerezanos que buscan en el autoempleo una forma de ganarse la vida, montando negocios en algunos casos originales a pesar de las dificultades que supone en este país ser emprendedor. En lavozdelsur.es hemos dado a conocer los casos de José Enrique y su negocio de alquiler de autocaravanas; de Teresa y su tienda especializada en Bellas Artes; de Abraham Zambrana, que tras ganar el premio Ciudad de Jerez 2015 a la creación ha abierto en La Barca su tienda de zapatos y bolsos; de Ana y Héctor, cubanos establecidos en Jerez desde hace años que ahora viven de comercializar guano de murciélago como potente abono natural; de Antonio y Esperanza y su tienda para celíacos; de Marina y su línea de ropa hippie; de Miguel y Mercedes y su juguetería; de Jaime y su fábrica de cerveza artesana; o de Diego y su tienda para los amantes de lo retro y el ‘frikismo’, entre otros casos, y que demuestra que en Jerez son muchos los que quieren salir adelante apostando por su ciudad.

Juicios mediáticos, dramáticos sucesos, datos preocupantes... pero también noticias positivas

En cuanto al ámbito social, 2016 se cierra con el dramático incendio de La Marquesa, que ha dejado tres muertos y dos heridos graves, el peor que se recuerda en Jerez desde hace tiempo en un año que, por otro lado, ha deparado otros incendios de vivienda, aunque afortunadamente sin fallecidos gracias a intervenciones como las de Paco o Jesús. Otro capítulo triste se vivió en agosto, cuando un hombre disparaba a su exnovia y a la madre de ésta antes de volarse la cabeza con su escopeta de caza. El suceso dejaba, además de su muerte, la de su exsuegra, a la vez que condenaba a su expareja a malvivir para el resto de su vida a consecuencia de las secuelas de su agresión, de la que se sigue recuperando. Grave fue también la agresión que sufrió una menor de edad en La Granja, a manos de otros jóvenes en los alrededores de la feria de la barriada, un hecho que conmocionó a la sociedad precisamente por la tremenda juventud de los agresores, como también lo fue la terrible agresión que sufrió un hombre a manos de su hermano con problemas mentales.

También fue noticia, y por partida doble, Pacheco, que desde que ingresara en prisión hace ya más de dos años, salía por fin de Puerto III aunque muy a su pesar lo hiciera para sentarse de nuevo en el banquillo de los acusados, esta vez por los casos Estación de Autobuses y Casa del Rocío y por los que ha vuelto a ser condenado. Además, el primero de estos dos juicios traía consigo el morbo de ver en la misma sala de vistas para declarar como testigos a las exalcaldesas García-Pelayo y a Pilar Sánchez, ésta última a la que también se la veía por primera vez desde su ingreso en prisión para cumplir pena por el caso PTA en los primeros días de 2016.Otro juicio de gran interés mediático fue el que sentó en el banquillo a José Antonio Cantalapiedra, asesino confeso de su pareja, Raquel Barrera. Tras varias jornadas, en la que el propio acusado llegó a contar con gran sangre fría cómo la acuchilló, finalmente el jurado popular lo consideraba culpable, dictando la Audiencia provincial una pena de 17,5 años de prisión, que recientemente el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía reducía en dos años.

En el año que acaba, Cáritas volvía a alertar de la delicada situación que viven muchas familias en la ciudad. Nada menos que 12.400 dependen de la ONG eclesial, que también alertaba de que ya, dos de cada diez personas con empleo siguen en situación de precariedad. En este sentido, la delegación jerezana del Banco de Alimentos tenía mucho que decir, ya que ayudaba a miles de familias necesitadas. En 2016, a pesar de los esfuerzos de diferentes colectivos y del propio Ayuntamiento, se confirmaba que Jerez no podría contar con una sede propia ante la negativa de la propia federación nacional que las aglutina. Las últimas noticias apuntaban a la instalación, otra vez, de una delegación, algo que estará por ver en 2017.

Los datos de la pobreza en Jerez también tienen que ver con la vivienda. Hasta 4.000 jerezanos están inscritos en Emuvijesa para reclamar una vivienda digna, demanda que el Ayuntamiento no puede satisfacer debido a que no tiene suficientes casas vacías, lo que provoca que muchos sigan okupando viviendas aun a riesgo de ser desahuciados.2016 también será recordado como el del presumible fin del caso Holgado sin que desgraciadamente se hayan podido conocer nuevos nombres de sospechosos tras la esperanzadora identificación a finales de 2015, gracias a unas huellas dactilares, de un exvecino de La Constancia que, sin embargo, lleva años fallecido. La desaparición de la ropa que usó Juan la noche de su muerte y la poca calidad de los restos de ADN analizados por la Policía Nacional y la Guardia Civil, que han impedido poner nuevos nombres sobre la mesa, harán que el caso se cierre tras 21 años, para desgracia de Paco y Antonia, padres de Juan.

Pero 2016 también iba a traer buenas noticias en el plano social. La Junta de Andalucía confirmaba que Radioterapia se pondrá en funcionamiento en 2017, tras años de reclamaciones, y además los afectados por las cláusulas suelo conocían que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea obliga a los bancos a devolverles el dinero que habían estado pagando de más por sus hipotecas, al considerar que estas cláusulas eran abusivas. Esperemos que 2017 llegue cargado de muchas más noticias como éstas.

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