"El único delito que cometieron fue aspirar a cambiar la sociedad a la que lo habían sometido el poder político, económico y militar de entonces", empezó esta mañana su intervención Juan Manuel Sánchez, miembro de CNT Jerez, sindicato organizador del acto en memoria de los siete jerezanos ejecutados por el proceso conocido como La Mano Negra. La plaza del Mercado fue testigo del ajusticiamiento de estas personas en junio de 1884, cuando se las condenó a muerte "acusados de haber cometido unos crímenes en nombre de una sociedad secreta anarquista llamada La Mano Negra", culminando así "una estrategia de intimidación, miedo y represión por parte del Gobierno monárquico que, aprovechando una serie de asesinatos y unos procesos plagados de irregularidades, buscaba desarticular el pujante movimiento obrero andaluz", según explica el historiador Diego Caro Cancela, catedrático de la Universidad de Cádiz.
Una bisnieta de los hermanos Corbacho, dos de los jerezanos ejecutados, estuvo presente en el acto y reivindicó la lucha de sus familiares: "Ahora intentan hacer lo mismo, pisotear al trabajador. A mi bisabuelo lo mataron para que no hablara. Los que están en el poder nos quieren callar otra vez, pero lo están haciendo de otra manera". Juan Manuel Sánchez abundó en que "se les quitó la vida por supuestamente haber cometido horrendos crímenes, pero no dejó de ser una maniobra por parte de los poderes de entonces, tanto políticos como económicos, para poner freno y dar un ejemplo al movimiento obrero naciente que representaban", ya que pertenecían a la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE), antecesora de la actual CNT. Estos hechos "no deben caer en el olvido y a nosotros nos debe servir de estímulo para seguir luchando", abundó Sánchez. El representante del sindicato aseguró que "los problemas que sufrieron los trabajadores de entonces lo seguimos sufriendo los de ahora: El paro, la desigualdad económica, la precariedad y la falta de libertad. Y los responsables son los mismos, la patronal y el Estado".
"En aquellas fechas la vida no valía nada, aunque no te creas que ahora vale mucho más, lo único que hoy no se dan las mismas condiciones políticas ni militares de entonces y no te llevan al patíbulo a las primeras de cambio, pero no sé lo que es peor, que te quiten la vida de un tiro o que te condenen a la miseria mas absoluta...", aseguró Sánchez. Para celebrar este acto también se ha editado un libro, titulado La construcción de un mito: La Mano Negra, escrito por el historiador José Luis Gutierrez Molina. El acto terminó en la puerta del edificio de los sindicatos, donde se destapó una placa con la siguiente inscripción: "En memoria de los trabajador@s de la FTRE injustamente ejecutados en el proceso La Mano Negra pagando con sus vidas, sufriendo cárcel y tortura de manos del Estado, 1884-2014 (CNT Jerez adherida a la AIT)". El grito de uno de los presentes durante la ofrenda floral en el palacio Riquelme resume la esencia del acto: "¡Ni olvidamos ni perdonamos!"