Emprender está de moda

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Ainhoa Rosado y Marta Silva, periodistas, encararon un futuro laboral incierto montando su propia agencia de comunicación de moda, 'Dress Code', que acaba de cumplir dos años.

Su camino se cruzó en una pasarela flamenca y quiso el destino que meses después se unieran para formar un proyecto que ahora acaba de cumplir dos años y que tiene por delante un futuro prometedor. Ainhoa Rosado, 30 años, y Marta Silva, 28, son periodistas. La primera, tras enlazar varias prácticas profesionales, se encontró, casi sin darse cuenta, desconectada de los medios, algo que quiso paliar montando su propio blog de moda. La segunda, redactora en Madrid de una revista femenina de una de las principales cabeceras españolas, ya pensaba en la vuelta a su tierra después de un periodo en la capital que se le estaba empezando a hacer demasiado largo.

Era 2014. En febrero se conocieron, como ya se ha dicho, en la Pasarela Flamenca. Allí intercambiaron opiniones, hablaron de lo que les estaba deparando el presente, de lo que les gustaría que fuera su futuro y se dieron sus teléfonos. En mayo, Ainhoa, decidida a montar su propia empresa, acude al CADE (Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial) y llama por teléfono a Marta: ¿Te gustaría montar conmigo una agencia de comunicación de moda? “Se quedó un poco pillada cuando se lo dije”, relata Ainhoa. “Sí, pero tampoco tardé en pensármelo”, contesta Marta en el que hoy es su lugar de trabajo, el espacio Sinergium, el nuevo vivero de empresas que han echado a andar de manera conjunta IKEA y LUZ Shopping en una nave del parque comercial jerezano.

Ambas dirigen desde diciembre de 2014 Dress Code Comunicación, la primera agencia en la provincia de Cádiz dedicada a asesorar y ayudar a los diseñadores y a empresas de moda para que den a conocer, de una manera efectiva, sus diseños. O como reza en su web, “convertir en palabras sus creaciones y conseguir visibilidad a través de las nuevas herramientas de comunicación”. Los comienzos, como los de toda empresa, no fueron fáciles. Tenían que darse a conocer, hacerse un hueco, y para ello no escatimaban horas de coche para desplazarse a diferentes eventos, tanto en la provincia, como fuera de ella. “En Sevilla nos dieron dos meses de vida”, recuerda Ainhoa.

De momento, esos dos meses se han convertido en dos años que han tenido de todo. “2015 fue frenético. Nos embarcamos en eventos muy grandes, empezábamos a tener muchos clientes y era un no parar. Por eso en 2016 decidimos reflexionar para pensar cómo queríamos enfocar el futuro”, relata Marta. Con una cartera de clientes ya mejor seleccionada y con un ritmo de trabajo un poco más bajo, surgió una nueva idea, la de crear una nueva pasarela de moda, Sur Fashion Experience, que en este 2017 celebrará su segunda edición y se ampliará de uno a tres días. “No teníamos ni idea de por dónde empezar, hasta que conocimos a Lola Rueda —Premio Ciudad de Jerez a la Iniciativa en 2015— que nos echó una mano y que fue fundamental para que el proyecto saliera adelante”, explica Ainhoa.

Ambas señalan que “nunca” se imaginaron que llegarían a ser empresarias. Las circunstancias actuales, con una ciudad que el pasado mes de febrero, al menos, veía cómo descendía el paro en 225 personas para dejar la todavía terrible cifra de 31.265 desempleados, también han influido, qué duda cabe, en esta decisión. “Yo pensaba que acabaría trabajando en un medio, pero al final me vi que llevaba dos años desconectada de la profesión y que encima se seguía destruyendo empleo en el sector”, señala Ainhoa. Marta, por su parte, explica que siempre tuvo claro que quería dedicarse al periodismo de moda, si bien sabía “que aquí en Cádiz, y en Andalucía en general, era complicado, porque no existen publicaciones de este tipo. Y aunque tenía trabajo en Madrid, me gustaba más trabajar en una agencia, porque yo soy una persona que necesita siempre hacer cosas nuevas y en la revista veía que tenía un trabajo un poco más rutinario”.

Y aunque reconocen que les cuesta desconectar, porque siempre acaban llevándose el trabajo a casa, ahora no enfocan su futuro de otra manera. Su manera de trabajar, en el que tratan a todos sus clientes por igual, sean diseñadores desconocidos o ya reconocidos, así como su profesionalidad, les ha valido para abrirse un hueco en el sector. Ahora el objetivo es consolidarse, a la espera de que la crisis diga adiós, de verdad, de una vez por todas.

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