De madrugada, cuando el consumo es mínimo, el operativo de detección de fugas de Aquajerez se moviliza para evitar estas pérdidas. Solo en 2016, se localizaron 323 puntos en la red de abastecimiento del municipio: 1.700 horas de trabajo y 897 kilómetros rastreados.
Las primeras tuberías instaladas, que fueron el origen de la red de abastecimiento de Jerez, coinciden con la traída de agua desde el Manantial de Tempul en el año 1869. Desde ese trazado inicial, que suministraba agua a 40.000 personas, hemos llegado a una infraestructura de más de 700 kilómetros de abastecimiento y 800 kilómetros de saneamiento para una población cercana a los 215.000 habitantes. El desarrollo de la red ha sido paralelo al crecimiento urbano con distintos ritmos de implementación a lo largo de los años. Este proceder conlleva que, en la actualidad, coexistan tuberías muy antiguas con otras más recientes. A lo largo de este tiempo, los logros alcanzados en el desarrollo de nuevos materiales se han trasladado a la fabricación de las tuberías, consiguiendo que las actuales sean más eficientes, resistentes y respetuosas con el medioambiente; al igual ha ocurrido con los elementos de control y maniobra tales como válvulas, ventosas, piezas especiales, etcétera.
La variabilidad en la edad y capacidades de las tuberías provocan sobre las redes dos efectos principalmente: roturas y fugas. Las roturas son fácilmente detectables puesto que afectan al normal suministro sobre los clientes o por los espectaculares socavones y “ríos” urbanos que producen algunas de ellas. Las fugas, por el contrario, suponen una pérdida constante de agua transportada por las redes que no llega a afectar directamente a la población. Para la localización de estas pérdidas Aquajerez, la concesionaria del ciclo integral del agua en el municipio, dispone de medios humanos y técnicos dedicados en exclusividad a ello. Durante la madrugada, desde la medianoche a las siete de la mañana, cuando el consumo es mínimo y es más fácil detectar a través del sonido los posible escapes, dos personas se dedican a esta labor; recogen datos de los sensores instalados y acotan la ubicación de las posibles fugas, y durante el día se realizan las labores de análisis de datos y reparaciones.
Localizar estas pérdidas, más allá del ahorro que supondría a las empresas distribuidoras (ya que este coste no se repercute a los usuarios), supone un acto de concienciación medioambiental y de responsabilidad en el uso eficiente de un recurso que es escaso e imprescindible en el día a día de nuestras sociedades. En este sentido, desde que Aquajerez presta el servicio en la ciudad se ha reducido el consumo nocturno (indicativo de pérdida de agua) en más de un 20%. En datos, durante 2016 se detectaron 323 fugas, empleando para ello 1.700 horas de trabajo. Los trabajadores encargados de este operativo recorrieron 897 kilómetros, a través de 3.922 calles de la ciudad, revisando un 112% de la red de abastecimiento de Jerez.
Aquajerez, desde el convencimiento que tiene la obligación de reducir las pérdidas de agua, adopta criterios en las distintas fases por las que pasa la implementación de nuevas redes:
Los materiales. Selecciona materiales que garanticen un buen comportamiento a lo largo de los años y no se vea afectado por procesos de corrosión o fatiga mecánica que pueda provocar su destrucción completa o parcial. Para ello, dispone de un catálogo de materiales autorizados que garantizan estos requerimientos
Prueba de presión. En la fase de instalación de las tuberías se utilizan técnicas que den estabilidad e impidan movimientos de los elementos de la red y consecuentemente evitan que puedan aparecer fugas de agua a lo largo de la vida útil de la instalación. Un procedimiento de especial relevancia es la “prueba de presión” en la que las nuevas tuberías instaladas son sometidas a altas presiones durante un tiempo determinado verificando que no haya roturas ni pérdidas de presión.
Seguimiento de alta tecnología. Una vez las redes están operativas, el seguimiento se realiza mediante dispositivos que se instalan a lo largo de la zona que se quiere controlar y que a través de sensores analizan las vibraciones para poder discriminar, gracias a un software específico, la presencia o no en sus inmediaciones de fugas de agua. Una vez señalada la posible existencia de una rotura, mediante un equipo más preciso llamado correlador, se acota el lugar de la posible incidencia. Para fijar con precisión el punto en que se encuentra se hace uso del geófono, cuyo principio de funcionamiento es el mismo del estetoscopio de los médicos.
Telecontrol en tiempo real. Otra herramienta de la que dispone Aquajerez es el sistema de telecontrol que en tiempo real permite conocer las principales variables hidráulicas de las redes tales como caudales, presiones, niveles de depósitos... Mediante esta tecnología se pueden observar cambios bruscos en el comportamiento de los sectores que permitan presuponer la existencia de roturas o incidencias en las redes.
Los usuarios también deben ser vigilantes en sus consumos de agua, ya que unos valores anormalmente altos pueden ser indicativos de una fuga interior que le penalizará en el importe de su factura y que al cabo del tiempo puede provocar importantes daños en su vivienda o en la de sus vecinos.
Cuando el número de incidencias es elevado y las fugas se encuentran distribuidas a lo largo de una zona amplia la reparación no es el procedimiento aconsejado. En estos casos no queda más remedio que proceder a la renovación integral de la red deficiente. Por este motivo, Aquajerez ha acometido a lo largo de los últimos años la sustitución de las redes de abastecimiento y saneamiento en la barriada de La Plata, las calles José Cádiz Salvatierra y Marqués de Cádiz, en el ramal de Las Tablas y en breve comenzará obras de renovación en la barriada de La Alegría, en San Isidro del Guadalete y en la conducción del manantial de Tempul.