El rito de cada año de llegar a la aldea se ha cumplido siguiendo el guión de siempre entre cantes desde los portales de las casas donde viven numerosas peñas jerezanas, que aguardan este día como uno de los fundamentales en el calendario rociero.
En un gran ambiente de fiesta, la comitiva jerezana espero en estas dos vías de la aldea a que desde la megafonía instalada, la Hermandad Matriz ordene a los jerezanos a avanzar para llegar a la ermita.
En la cabecera de la caravana, centenares de caballistas, muchos unidos en la misma aldea, las banderas de las hermandad, junta de gobierno y el Simpecado precediendo a las 15 carretas. Ese es el orden de la hermandad, el clásico y el que se marca en la ortodoxia rociera.
A los que pasan la romería en la aldea, este sábado suma una multitud que por se desplaza a la aldea por carretera para sumarse a la celebración y sumergirse en las vivencias de una jornada soleada y con una temperatura más que agradable.
En unas horas, Jerez habrá pasado ante la Virgen y empezará a vivir la estancia cuyo momento culminante será en la madrugada del lunes cuando la Virgen salga en procesión.