La borrasca Bernard se llevó por delante la venencia de la Rotonda del Catavino de Jerez. Ese símbolo de la ciudad no pudo soportar la fuerza del viento y acabó siendo doblado, por lo que ha necesitado una reparación.
Las labores de restauración se vienen realizando desde el pasado mes de octubre. Jaime Espinar, segundo teniente de alcaldesa, ha explicado este miércoles cómo se encuentra este proceso de reparación.
"Ya está en talleres para su intervención. Se está reforzando con acero inoxidable para reducir el riesgo de que vuelva a ocurrir lo que pasó durante el temporal", ha dicho el edil en sus redes sociales.
"Cuando se ha comenzado la intervención se ha comprobado que el interior no tenía un refuerzo de este material en la base. Esto habría provocado la oxidación interior con las consecuencias que todos sabemos. Pronto podremos disfrutar de nuevo de este enclave, además con una nueva imagen", ha finalizado.