La poesía es eterna en esa segunda juventud que cada cierto tiempo vuelve a vivir. Aunque no es el género más vendido, a pesar de que a veces es relegado a un plano inferior por la industria de los libros, los versos no dejan de abrazar el alma de lectores que buscan perderse por letras como las de Mauricio Gil Cano.
El editor, periodista, profesor de escritura creativa y poeta de Jerez ha propiciado un overbooking en la Fundación Caballero Bonald gracias a la presentación de su obra 60 poemas. José Lupiáñez ha ejercido de maestro de ceremonias en un acto que ha devuelto la esperanza al demostrar que la poesía también cala, llega y llena, como en este caso.
Gil Cano, que ha trabajado además como archivero, docente, bibliotecario o librero, profundizó en una obra que trata temas como el amor y el olvido, las ausencias y los amigos, la belleza y la muerte, el vino y Dios o la soledad y la poesía.
Un poemario que surge de momentos de embriaguez y vacío, de plenitud y lucidez en busca de una mística armonía.
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