”Es uno de los viveros más importantes de España, si no el que más”, decía la exalcaldesa Pilar Sánchez en 2008, durante la presentación del acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento y la Cámara de Comercio para abrir unas instalaciones de 2.500 metros de cuadrados, en la Ciudad del Transporte, con capacidad para acoger a 60 empresas. Una ensoñación que nunca llegó a hacerse realidad.
Ocho años después de inaugurarse, el vivero de empresas está cerrado a cal y canto. Las malas hierbas campan a sus anchas y a través de las cristaleras de las oficinas apenas se puede ver alguna silla o mesa de escritorio. Poco mobiliario más ha visto esta infraestructura, que costó en su día 2,8 millones de euros —cofinanciados con fondos Feder—, un gasto que se sufragó entre el Ayuntamiento de Jerez, que aportó 1,8 millones, y el Instituto Cameral de Creación y Desarrollo de la Empresa (Incyde), que abonó los 980.000 euros restantes. “Supone un nuevo impulso a la iniciativa emprendedora de Jerez y por ende a su desarrollo económico”, señalaba una exultante Pilar Sánchez.
Las condiciones para acceder a uno de los locales del vivero, aún en los albores de la crisis, eran bastante asequibles. Por 180 euros mensuales se alquilaban los despachos de 30 metros cuadrados, y por 350 euros los de 60 metros, unas cuantías a las que había que sumar el gasto en consumo eléctrico. Los jóvenes emprendedores que cumplieran los requisitos podían ocupar una de las oficinas durante un año, prorrogable a otros doce meses. El acuerdo entre Ayuntamiento y Cámara de Comercio era de cinco años y una vez cumplido ese periodo, es decir, en 2013, las instalaciones pasarían a manos municipales, exceptuando un módulo de 660 metros cuadrados que se acordó que se traspasara en propiedad a la Cámara.
Once locales comerciales de 60 metros cada uno, con cabida para 22 empresas comerciales; 17 módulos de oficinas de 40 metros, con capacidad para 34 empresas de servicios y tres salas polivalentes de 60 metros, adaptadas para reuniones. Así se dividen las instalaciones que, ocho años después de su presentación y casi seis después de su puesta en funcionamiento, ya que según la web de la Cámara de Comercio inició su actividad el 1 de febrero de 2011. Hace dos años que cesó el movimiento en las instalaciones. "Ahora mismo no hay demanda, no pasa nada más que eso", señala Javier Sánchez Rojas, actual presidente de la Cámara de Comercio institución que tiene otro vivero en el Parque Empresarial.
“Jerez es una ciudad con un porvenir brillante, lleno de oportunidades y con un importante crecimiento futuro, en la que seguirá creciendo el tejido empresarial jerezano”, señalaba entonces Pilar Sánchez, que añadía que este vivero de empresas era “un elemento más que contribuirá a fijar a Jerez como ciudad motor de la economía provincial”, y se alegra entonces por la llegada de Ikea a la ciudad, “un centro del que me siento especialmente orgullosa”, comentaba. Con el paso de los años se puede observar que la situación es muy distinta a la que vaticinaba la por entonces alcaldesa.