En memoria de Andrés Luis Cañadas Machado, maestro de periodistas: un jerezano pleno y absoluto

El óbito se ha producido en la noche de este lunes tras un agravamiento de la enfermedad que padecía. A sus 83 años deja un impresionante legado vinculado a su gran amor por Jerez

Andrés Luis en la última entrevista que concedió a lavozdelsur.es

Andrés Luis Cañadas Machado no ha podido superar la enfermedad que contrajo recientemente. Ha fallecido en la tarde noche de este lunes mientras su hijo estaba en directo en su programa Cofrademanía. Él mismo anunció el óbito de su padre para así despedir la emisión. 

Cofrade, rociero, jerezano, periodista… y mucho más fue Andrés Luis. Maestro de muchos a los que enseñó a moverse en los misterios y la magia de la radio, un medio que popularizó hasta el extremo de ser una absoluta referencia en Jerez gracias a su gestión como director de Radio Popular. 

Desde esa responsabilidad fue capaz de resucitar muchas cosas de esta ciudad, siempre desde la seriedad y la solvencia que eran inherente a él, del mismo modo que otras muchas cualidades. Defensor de la verdad y del periodismo cercano, siempre trató de que la información fuera fácil de entender y sobre todo veraz. 

Incansable, se involucró en cuantas misiones se echaba a las espaldas o que les dejaban sobre ellas. Fue capaz de revivir la Asociación de la Prensa local, que nadaba en su peores momentos. Reinventó y popularizó el belenismo, creó una forma diferente de contar las cosas de las cofradías y fue el primero en meter un micrófono en las entrañas del Rocío.

Fue director general de COPE antes de aterrizar en Jerez donde después de muchas décadas y tras asentar en lo más hondo de la sociedad jerezana la marca de Radio Popular, pasó a dirigir la cadena en Andalucía desde COPE Sevilla.  Se jubiló y no cejó. Se comprometió con la Academia de San Dionisio dándole un impulso inusitado. 

Y así podríamos seguir no hasta el infinito pero sí hasta llegar a la conclusión de que Andrés Luis Cañadas Machado fue alguien muy grande que hizo muchas cosas muy grandes para esta ciudad, que tuvo la gran fortuna de tenerlo en su seno y más afortunados los que trabajaron y aprendieron de él.

Ha sido todo en Jerez. Tanto que le llevó a ser Hijo Adoptivo de la ciudad entre otros muchos reconocimientos. Ahora fue nombrado comisario de la procesión Magna del 12 de octubre. Estuvo al pie del cañón hasta que su cuerpo, no su mente y espíritu, dijo que hasta aquí llegaba. Descanse en paz un gran hombre, una buena persona y un enamorado de Jerez. Nos vemos, maestro. 

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