La caseta 'generacional' desaparecida en la Feria

El personal de Jerez que anda ahí en los 50 e incluso los 60, echará de menos Los Gallos, que siempre fue una referencia en el Real, algo así como seguir con el ambiente de Los Dos Deditos de la primera época

Amargura, Los Gallos y la espalda del Casino Jerezano.

La Feria es siempre lo mismo, pero ningún año es igual. Hala, después de esta frase, así, como de sevillana sentía, ya se puede ir uno a tomar una media al Real. "A ver, señor cronista, ponga usted un ejemplo, preferiblemente que sea rápido, cortito y al pie", puede legítimamente plantear la conspicua lectora, el avispado lector. Pues viene a cuento de que este año no hay caseta de Los Gallos, que le ha cedido su espacio a la Amargura. Es un poco extraño, porque parece que ha debido ser algo de última hora porque La Amargura figura en el plano de Feria con los números 79 y 80, precisamente por el espacio anexo que ocupaban Los Gallos, una caseta de un solo módulo.

Se puede decir que Los Gallos no es una caseta cualquiera, es de alguna manera generacional. Digámoslo como si fuera el nombre precisamente de una caseta: ‘Más de 50’ o ‘Los Cincuenta y tantos’, elijan, algo así (me gusta más el segundo). Es una caseta a la que iba gente de esa edad y de esos tiempos en que en Jerez lo propio era ir a La Moderna, Los Caracoles, el Tuti, la (el) Comedia y, por supuesto, Los Dos Deditos (ya, ya, faltan el Café Arenal, la Viuda Concha y más etcéteras), antes de la explosión de bares en la zona de Avenida México, no digamos ya de la Avenida. Los Gallos era un poco como Los Dos Deditos en la Feria: cuando no se ponían sevillanas o rumbas, la broma era que sonaba la ‘cinta’ de Los Dos Deditos, ya saben, básicamente música española de los 80. Los Gallos, Los Casi Treinta, las casetas que llevaba Moli… era ese público intercambiable.

Este cronista tiene amistades comunes con F, que llevaba de toda la vida la caseta. Después de la pandemia decidió no explotarla él. Otro cambio y después de dos años ha sido ‘absorbida’ por La Amargura.

Lo curioso es que durante el día es un rincón más de La Amargura, pero el otro día pase por ahí por la tarde-noche y la caseta estaba abierta por ahí, de tal forma que por un momento daba la sensación de que era la entrada a Los Gallos de siempre, un expediente X de apenas un segundo: ni rastro de sus clásicos gallos allá arriba.

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