Concha y Juana María se conocen “de toda la vida”. María del Carmen es amiga de ésta última. Las tres llevaban meses planeando una escapada a la Feria del Caballo, buscando un apartamento en el que alojarse. “Mirábamos en enero y estaban carísimos, como a 300 euros la noche”, recuerda Concha Partera. Por eso se empezaron a plantear otras opciones. Hasta que dieron con una que les encantó: intercambiar casa con una vecina de Jerez.
Teresa Fuentes lleva más de dos décadas intercambiando su casa, situada cerca del centro de la ciudad. Antes lo hacía de forma más tradicional, llamando por teléfono para cuadrar una fecha con otra familia de algún punto de España —y también del extranjero— con la que intercambiar casas durante el mismo periodo. Ahora, la versión 2.0 de aquello es consiste en hacerlo a través de una plataforma, en su caso Home Exchange, que funciona como otras de alquileres, pero sin que haya dinero de por medio.
Por los días que Concha, Juana María y María del Carmen pasan en casa de Teresa, ésta última acumula puntos que luego puede canjear en alojarse en viviendas de todo el mundo, no tiene por qué ser en la vivienda de alguna de ellas. La plataforma asegura que tiene 450.000 viviendas en 159 países de todo el mundo, así que hay donde elegir.
Pero ellas tres eligieron Jerez. “Me gusta muchísimo la experiencia. Que estemos aquí tres amigas en un piso, no en un hotel o un apartamento, es magnífico”, comenta Concha Partera, una granadina que vive a caballo entre Linares y Melilla. “Lo que más me ha sorprendido es que lo deja todo tal como estaba, con sus fotos, sus productos de cosmética en el baño, su ropa…”, añade. Todo muy familiar.
Concha tiene, junto a su hija, un piso en Barcelona que ofrece para intercambios. “Mi hija tiene cinco hijos y le interesa que vengan familias. Luego ella va ahora a Venecia, ha estado en unas cabañas preciosas en Islandia…”, enumera. “De momento la experiencia es magnífica, nos dejan la casa mejor de lo que se la encuentran”, comenta.
Mientras Concha cuenta sus vivencias, por detrás canturrea su amiga Juana María Ruiz Collado. “Ole con ole y olé, viva la madre de Andalucía…”, entona, mientras se marca un bailecito, mostrando que está lista para disfrutar de un nuevo día de Feria. Juana María, farmacéutica igual que Concha, vive en el pueblo almeriense de Cuevas del Almanzora, desde donde ha venido en coche con su amiga María del Carmen García.
“Esto es maravilloso. Sabía que existían los intercambios de casas, pero nunca había tenido tiempo de hacer uno”, explica Juana María. “Lo veo muy bien, es una buena oportunidad para recorrer el mundo y conocer a personas. Quitarte el alquiler es mucho, es una gran ventaja”, agrega. Después de su experiencia en Jerez, ya se está planteando poner su casa a disposición de la plataforma. “Por allí no hay tanto turismo porque es difícil llegar, pero no lo descarto”, aclara.
Aunque Juana María va más allá y hasta piensa en retorcer el formato. “A mí me gustaría irme a un sitio y que una familia me recibiera en su casa, la compartimos, y luego se viene a la mía y les hago de anfitriona. ¿Por qué no?”. A Jerez viene a “pasarlo bien”, está claro. Ellas, que son “mujeres alegres, despreocupadas y con mucho sentido común”, según describe la almeriense.
A María del Carmen García no le costó mucho decirle que sí a la propuesta de su amiga Juana María. “¿Nos vamos a la Feria de Jerez?”, fue la pregunta. La respuesta estaba clara. Ambas compartieron coche desde Almería, incluso haciendo noche en Málaga, antes de recalar en la casa de Teresa, previo paso por el parque González Hontoria. “Es muy gratificante”, describe. “Vamos a disfrutar. Es mi primera vez en la Feria y la verdad es que pienso repetir”, asegura convencida.
María del Carmen nunca se había planteado intercambiar su casa, pero ahora se lo piensa. “A lo mejor lo hago, aunque es una casa familiar y tendría que consultarlo, pero no me desagrada la idea, porque así puedes viajar y conocer sitios teniendo una vivienda entera, que es mucho mejor”.
Teresa Fuentes, a sus inquilinas, les dejó todo preparado. Sábanas y toallas. Y también planos de Jerez, por si quieren visitar otros puntos de la ciudad. “Cuando me jubile voy a aprovechar para hacer esto mucho más, es que me encanta”, sostiene Concha Partera, quien tiene experiencia previa en la Feria del Caballo, que para ella, “es impresionante”. Solo le pone una pega: “Tendría que haber más información, aquí nadie sabe dónde está nada”.
"La verdad es que no hay unas luces más bonitas que las de esta Feria", añade Concha, quien junto a sus amigas, ha exprimido el tiempo en el Real. "Vamos sin reloj...", dice. "Cuando tienes una edad, ya no quieres problemas", agrega Juana María. "Yo cuando salgo de mi casa no quiero problemas, y disgustos menos, que te quitan la salud", añade. Ella y María del Carmen, de hecho, aprovecharán para visitar otras ciudades de la provincia. "Nos pilla lejos y no conocíamos la zona. Puede que vayamos a El Puerto, Tarifa... y si se presenta lo mismo llegamos a Portugal, no lo sabemos".
Una vez que María del Carmen, Juana María y Concha dejan la casa de Teresa, ella acumula puntos que puede canjear por futuras estancias. De momento, no sabe dónde los empleará. Cuando llegue el momento lo decidirá. Mientras, sigue acumulando puntos y experiencias. "Hay gente de todo tipo, con algunos hasta hemos desarrollado cierta amistad, como una familia del norte con la que hablo a menudo", cuenta la propietaria, que lleva años haciendo turismo gracias a la hospitalidad, ofrecida y recibida, por las personas que, cada vez más, eligen esta opción para viajar.