Viernes de preferia, viernes noche de una Feria del Caballo contando las horas para que, apenas un rato después, se produzca el momento mágico del año en Jerez: la inauguración del encendido del alumbrado. La imagen que ofrecía a última hora de este viernes el Real del González Hontoria era bien conocida: tres frentes abiertos.
En los jardines de El Bosque, la muchachada y sus botellones. Bien controlado, con tres vigilantes de seguridad en su acceso cerciorándose de que no salen botellas de esa zona acotada y con la chavalería explayándose en una Feria que para ellos ya había comenzado.
![Preferia 13 Preferia 13](/uploads/s1/19/60/65/9/preferia-13.jpeg)
![Preferia 07 Preferia 07](/uploads/s1/19/60/59/5/preferia-07_4_1000x574.jpeg)
En otro frente de ataque, esos currelas de multitud de oficios que seguían puliendo detalles en más de 170 casetas que, sorprendentemente, estaban casi al 100% listas, en una imagen inusual, pues uno siempre recuerda mucho más retraso y ajetreo en estos compases previos. Se escuchaba alguna máquina de faena de fondo, pero en general, las casetas ya lucían impecables, a falta de la llegada del género para la multitud de encuentros y almuerzos que se esperan desde mediodía de este sábado, la auténtica preferia.
![Preferia 20 Preferia 20](/uploads/s1/19/60/73/6/preferia-20.jpeg)
![Preferia 14 Preferia 14](/uploads/s1/19/60/67/0/preferia-14.jpeg)
![Preferia 05 Preferia 05](/uploads/s1/19/60/57/1/preferia-05.jpeg)
Aun así, en la noche de este pasado viernes había movimiento feriante en las casetas de los partidos políticos, que inauguraron con su respectiva militancia (PP, PSOE y Los Andaluces de IU), y ya hubo reuniones de amigos y amigas en casetas como la del Club Nazaret o Jerelesgay. Primeras sevillanas y primeros serranitos, primeras medias botellas de Tío Pepe y primeras cervezas en una noche fresquísima, casi de invierno-primavera. Una meteorología que invita a armarse con algo de abrigo para las próximas noches.
![Preferia 02 Preferia 02](/uploads/s1/19/60/54/0/preferia-02_4_1000x574.jpeg)
Con parte del alumbrado de calles secundarias activado, con alguna caseta-discoteca empezando a funcionar a pleno rendimiento (preocupante tanta cachimba), los paseos eran propiedad de los curiosos, alguna que otra despedida de soltera (como la de las simpáticas cordobesas que saludaron a lavozdelsur.es), los fatigas y los trabajadores rematando su faena. Todo en un estado latente, larvado, contando las horas para la gran explosión de júbilo de esta noche. Con los hoteles sin camas disponibles y los pisos turísticos con más vida que nunca. Con las neveras enfriando en las casetas y la noria en modo pruebas dando vueltas en el cielo de un Jerez de gala ante el inicio de otra Feria del Caballo. Siempre el mismo ritual, siempre diferente.
Comentarios (2)