¿Qué sería de la Feria sin la música? Sin el acompañamiento de las sevillanas y el flamenco la comida y la bebida no sabrían igual, ni se disfrutaría del mismo ambiente de alegría y jolgorio.
En la Feria del Caballo es cada vez más habitual que las casetas traigan a expertos en el arte del baile, el toque y el cante flamenco para amenizar la estancia de los feriantes. Sin embargo, y aunque en los últimos años las actuaciones en vivo —especialmente las flamencas— han crecido mucho, este año de fiesta pospandémica muchas de estas casetas han tenido que prescindir de esto obligatoriamente porque económicamente no se lo podían permitir.
Aún así hay multitud de artistas que vienen a la Feria del Caballo durante estos días a ofrecer su arte en vivo y en directo, y hay ya casetas esenciales donde se sabe qué encontrar. Una de ellas es Daily Fuguet. Esta venezolana de 35 años reside en Jerez y lleva ya seis ferias a sus espaldas.
Aunque se dedica a bailar flamenco, durante esta semana aprovecha para hacer algún bolo. Ella ofrece espectáculos de música fusión en varias casetas, cantando temas latinos acompañada de músicos flamencos. "Me gusta la Feria de Jerez, su gente y su ambiente, disfruto trabajando aquí", comenta.
Pese a todo, señala que no es fácil trabajar en este tipo de eventos, ya que "te lo pasas muy bien porque la gente está contigo y se involucra, pero es muy agobiante. El albero, el ruido… los que cantamos tenemos que hacer magia para llegar con voz al final".
Además, Daily hace hincapié en que "este año es más complicado todavía porque han venido de seguidas las de Rota, Sevilla y Jerez y luego también actúo en Sanlúcar y en El Puerto".
La primera Feria del Caballo postcovid está teniendo una enorme afluencia de público. La artista añade que "la acogida en la Feria siempre es buena, pero este año más aún. Lo hemos pasado muy mal y ahora toca disfrutar".
En materia económica Daily es tajante. "Todo está más caro y nosotros también tenemos que subir los precios porque necesitamos pagar la gasolina y comprar en los supermercados", dice. Además, añade que "Si el casetero está ganando algo más porque han subido los precios nos tendrá que pagar a nosotros también un poquito más".
Sin querer hablar de cantidades económicas, la bailarora y cantaora explica que "en estos eventos se suele cobrar algo más por las actuaciones, pero en realidad la diferencia es mínima". Es por eso que, sin descuidar su trabajo, intenta cubrir todas las actuaciones que pueda en estas fiestas. "Ojalá no vuelva a pasar lo de estos dos años, pero por si acaso conviene ganar todo lo que se pueda", asegura.
Israel Tubío es un veterano curtido en estas lides. Este artista jerezano, al que es habitual verle actuar en casetas como las de la peña Buena Gente, lleva desde los 13 años viniendo a actuar a la Feria y asegura que está enamorado de su ambiente y su gente. "Yo respeto las demás Ferias, pero como esta no hay ninguna, es única", afirma.
"Yo el albero no lo aguanto porque te puede ocasionar problemas de respiración. Si tuviera que cambiar algo lo quitaría entero"
Tantos años lleva metido en el mundillo que, como explica, "mi profesión es ser 'el Isra', el que ha tocado las palmas tantas veces a grandes artistas. Yo siempre he sido de ellos y así me conoce todo el mundo". Su sello propio es el soniquete y la bulería de Jerez y para él actuar en la Feria es lo mejor que le puede ocurrir a un artista. "Si amas la Feria como la amo yo, actuar en la mejor del mundo es una gozada", incide.
No obstante, reconoce que es un trabajo muy exigente y complicado en ocasiones. "El espectáculo que vamos a ofrecer hay que prepararlo bien, saber por dónde vamos a salir. Se disfruta, pero, por ejemplo, yo el albero no lo aguanto porque te puede ocasionar problemas de respiración. Si tuviera que cambiar algo lo quitaría entero", bromea.
"Quizás cuando llegan los dos últimos días estás más cansado, pero al principio vas con todo. Esto va de disfrutar y hacer disfrutar y en ello estamos", señala agregando que "rodearme de mi gente y de Jerez es lo más bonito".
Sobre la vuelta a la normalidad dos años después, Israel señala que "el público, mis compañeros, yo mismo… todos estábamos deseando encontrarnos aquí de nuevo. Hemos vuelto con mucho respeto y muchas ganas".
Desde su punto de vista, la gente se está volcando muchísimo con este regreso al Real. "Algún día puntual hay un pequeño bajón, pero por lo general está habiendo muy buena respuesta y muchas ganas de cantar y bailar con nosotros", comenta.
Actuar en la Feria resulta muy beneficioso para estos artistas, no solo desde el punto de vista económico, pues se cobra algo más por bolo que en otro tipo de eventos, sino también desde el punto de vista de la publicidad que se les hace. "En un evento tan grande como la Feria de Jerez al que actúa se le dispara el caché", indica el artista.
Para él, ofrecer un espectáculo de nivel en la Feria del Caballo "es un trampolín magnífico para que te conozcan. La gente se busca las mañas para seguirte adonde vayas actuando, para darte un abrazo o invitarte a una copa, y eso no tiene precio".
En definitiva, el trabajo de un artista que actúa en la Feria de Jerez es sacrificado, pero merece la pena sumarse a la gran fiesta de la ciudad y volcarse con el colorido, la alegría y la gente de una de las mejores ferias que existen. Y de paso, ganar unos euros para seguir resistiendo.