Un grupo de aficionados del Xerez CD ha denunciado a lavozdelsur.es la agresión sufrida por parte de la Policía Nacional al término del encuentro que en la tarde del domingo enfrentó a Chapín al Xerez Deportivo FC con el Xerez CD.
Los hechos tuvieron lugar a la conclusión del derbi en la puerta número 11 de preferencia. "Estábamos saliendo para dirigirnos a coger los coches cuando se lio unos metros por delante y empezaron a repartir tela, habiendo niños pequeños y todo por allí. Varios nos pusimos delante de los niños y los metimos para dentro del estadio otra vez, pero a tres que pillaron en la puerta les dieron la mundial", relata uno de los miembros de este grupo que suele quedar cada fin de semana para ir a ver los partidos del cuadro xerecista.
Uno de estos aficionados, G. –omitimos el nombre por recomendación de los abogados que están llevando el tema–, fue el que se llevó la peor parte, acabando en el Hospital de Jerez tras sufrir numerosos golpes en la espalda y el culo, con hematomas varios, así como la contusión en un dedo de su mano derecha.
"No hice nada. Intenté refugiarme en la puerta número 11. Me agarraron entre cinco para afuera y me siguieron pegando"
"En el Hospital, dos sanitarias que me atendieron de manera maravillosa me dijeron que era un milagro que no me hubieran roto nada. Me han dicho que las partes blandas y musculares están enteras dañadas y bien dañadas. En la misma radiografía se ve la inflamación, que muchas veces no sale", detalla todavía con el susto y el dolor en el cuerpo.
Las gafas y el móvil, a pesar de tener una protección especial, de G. acabaron rotos tras una carga policial que ya ha sido denunciada en el juzgado con el acompañamiento del parte médico de lesiones.
Sobre cómo pasó todo, G. sigue buscando un día después una explicación. "No hice nada. Intenté refugiarme en la puerta número 11. Me agarraron entre cinco para afuera y me siguieron pegando. Además de no defenderme, intenté quitarme de todo el jaleo porque no iba conmigo. No entiendo la desproporción de la carga ni qué pasó. No entiendo absolutamente nada".
Este seguidor del Xerez CD añade a este medio que viajan siempre que pueden a los desplazamientos del equipo azulino y "ni una multa hemos tenido. Somos seguidores normales y corrientes". Su familia y conocidos también están "de ánimos fatal. Lo han pasado muy mal viendo las imágenes como si fuésemos delincuentes radicales. Me duele muchísimo todo el cuerpo, pero más me duele que mi familia y amigos lo estén pasando muy mal por esto, incluso muchos no han dormido".
Suelen ir con los niños al fútbol
José Miguel es uno de los aficionados que forma parte de esta peña de seguidores xerecistas, un grupo que "va normalmente con chiquillos al fútbol. Menos mal que ayer se quedaron en casa. Vamos con dos niñas con espectro autista a los partidos de casa. Si llegan a estar... no sé lo que hubiera pasado".
Todos están por encima de la treintena. "Somos padres de familia. Yo tengo 45 años, algunos 42. Somos profesores, inspectores de la limpieza pública, economistas... Somos de gritar y animar, pero se termina el partido y nos vamos para nuestras casas", comenta José Miguel con un sentimiento de "indefensión e impotencia increíble. No somos delincuentes. Somos un grupo de gente que viene de los scouts, que colabora con carreras solidarias, que hacemos campamentos con niños de exclusión, que recogemos basura en los partidos para reciclar, un padre es presidente de una Ampa".
"No somos delincuentes. Somos profesores, inspectores de la limpieza pública, economistas... Somos padres de familia"
G. no fue el único aficionado que sufrió lesiones tras la carga policial. Otros dos compañeros que intentaron mediar también se llevaron golpes. José Miguel narra que a G. "lo metieron para dentro, le pegaron, lo sacaron y le volvieron a pegar como se puede ver en el vídeo. Y todos los que se acercaron a mediar, con las manos en alto para que vieran que no éramos una amenazada, también cobraron. En menor medida, pero cobraron. He estado en mil desplazamientos y en conflictos laborales gordos y no he visto cebarse así con alguien".
José Miguel tampoco le encuentra una explicación a lo sucedido. "Habíamos estado comiendo todos juntos en La Montera, donde había gente del Xerez DFC en la mesa de al lado y no hubo problemas de ningún tipo. Estuvimos con broma y demás. Después vimos el partido y cuando nos íbamos para coger los coches pasó todo esto".
"Comenzaron a apalearlo con porras"
Juanma, otro de los aficionados que se vio envuelto en el suceso, relata que "habíamos salido del estadio por la zona de preferencia e íbamos en dirección a donde teníamos aparcados los coches. Íbamos ya por los aledaños del estadio que dan a la zona de los bares, un grupito nuestro por delante y otro por detrás. Sucedió todo muy rápido. No sé ni lo que pasó. Yo, de repente, vi que dos o tres de nuestros compañeros desaparecieron, quedándonos solamente tres de los que estábamos. Uno de ellos, mi amigo G., al cual en unos segundos, sin ningún motivo, rodearon cinco o seis agentes de Policía, que comenzaron a apalearlo con las porras de forma desproporcionada".
Añade además que "en un primer momento quise ser prudente y ver si lo dejaban marchar, pero en cuestión de segundos lo habían obligado ya a arrinconarse en una de las puertas para aprovechar y darle en lo oscuro del túnel para que nadie viera lo que iban a hacerle. Y cada vez eran más agentes... Ahí temí por la integridad de mi amigo y corrí, brazos en alto, con actitud totalmente pacifista, pidiendo que lo sacaran y lo dejaran marchar. Todo esto que estoy relatando pasaba mientras aporreaban a G. sin descanso. Fue una cosa brutal. Lo terminaron sacando del hueco de la puerta mientras yo llegaba, pero seguían apaleándolo de lo lindo. Insistí, manteniendo brazos en alto y actitud pacifista como vengo relatando y como puede verse en algún vídeo que hay rulando por ahí, que lo dejaran marchar".
En ese momento, "cuatro de ellos se volvieron hacia mí y me dieron de forma desproporcionada, sabiendo que no presentaba ninguna amenaza. Yo ni me enteré lo que pasó para semejante carga policial, pero lo que está claro que nosotros no habíamos hecho nada, Nos marchábamos para nuestros coches, sin más y, de repente, nos cayó la carga policial, sobre todo a mi amigo G. que lo lincharon a porrazos sin descanso durante minutos y sin motivo alguno, y no hay derecho que uno ahora no pueda salir tranquilo de su estadio".
Sobre las lesiones sufridas, Juanma detalla que "recibí golpes en el pecho, en el muslo unos cuantos seguidos y en el glúteo otros más. Luego tengo algunas magulladuras en los brazos, en la espalda y en los hombros, pero son más leves. Además, tengo un corte en el brazo derecho".
Desde lavozdelsur.es también nos hemos puesto en contacto con la Policía Nacional, que no va a realizar ninguna valoración de manera oficial al respecto.
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