Antonio Mariscal, presidente del Clúster Turístico Destino Jerez, analiza en una entrevista con lavozdelsur.es las claves de un sector que busca organizarse: "Tenemos que colaborar entre nosotros".
Antonio Mariscal lleva 25 años dedicado al sector turístico. Su empresa, Bookingfax, aglutina ofertas para operadores de viajes, por lo que conoce de primera mano lo que se cuece en el mundillo. Desde hace unos meses, además, preside el Clúster Turístico Destino Jerez, que integran ya más de 70 empresas y organizaciones del sector. Mariscal habla rápido, como hombre de negocios que es, no tiene tiempo que perder, pero cesa su frenética actividad diaria para atender a lavozdelsur.es y responder a las preguntas que se le plantean en esta entrevista, en la que asegura convencido que “la actividad turística de un destino no funciona de manera individualizada”, de ahí el nacimiento del clúster, que busca tener una “visión amplia e inclusiva con todos los actores”.
¿Por qué nace el clúster o, mejor dicho, por qué ha tardado tanto en nacer?
Por desgracia, se espera que sea la administración pública la que dé el paso. Somos una sociedad pasiva, pero como esperemos que sea la administración la que actúe nos podemos morir esperando. Nosotros pensamos que la sociedad civil tiene que ser mucho más participativa. El mundo va muy rápido, los huecos de oportunidad son breves, la administración es lenta, y esas ventanas se abren y cierran muy rápido. El clúster nace con un fin meramente colaborativo. Las empresas, si trabajan unas con otras y persiguen el mismo objetivo, aunque sean de distinto tipo, van a alcanzar el mismo destino. No somos una asociación empresarial, sino una asociación civil, que prima los modelos colaborativos a los modelos representativos. Cuando seamos capaces de colaborar entre nosotros ya veremos cómo colaboramos con la administración publica.
"No creo que tengamos que tocar el nombre del Aeropuerto de Jerez para conseguir más demanda turística"
O sea, fomentar un modelo contrario al empleado hasta ahora, en el que prima la competitividad por encima de todo…
Claro, en el destino no hay competidores. Todos son colaboradores. Algunos pueden ser competencia, pero la mayoría no lo son, y se necesitan unos a otros para ofrecer un producto en un destino que sea atractivo. Aquí estamos vendiendo el destino Jerez y cada uno ofrece sus servicios. Ninguno es la torre Eiffel en Jerez, todos necesitan relacionarse, unos tienen más fuerza que otros, pero cuanto más complementados estemos todos más peso tiene el destino. No tenía sentido un sector turístico basado en la hostelería y la hotelería, es fundamental pero la gente no viene a comer y a dormir, sino porque hay otros elementos que les interesan. El clúster nace del networking, las propias empresas que estaban dedicadas a la actividad turística de la ciudad no conocían lo que se estaba haciendo en la industria. Hay que empezar a conocer qué es lo que hacemos cada uno. El objetivo es poner en común proyectos y favorecer las sinergias de unos y otros para que el destino avance de manera correcta y la experiencia del visitante sea fabulosa. Eso de que la unión hace la fuerza es verdad, pero no frente a nadie, porque el clúster no se pone delante de nadie, busca espacios de colaboración con todos. Luego, intentaremos trascender un poco fuera de Jerez, cuando estemos organizados como destino seremos capaces en trabajar en modelos de colaboración con otras poblaciones.
La campaña en la que invitaban a los turistas a venir a Jerez los días de Levante ha generado polémica, imagino que no era la intención, pero es un buen ejemplo de lo “rota” que está la provincia, ¿no cree?
No tiene sentido la polémica. La campaña dice al final: Ven a Jerez y disfruta en Cádiz un día de Levante. Es decir, hasta cuando sopla el Levante, Cádiz ofrece oportunidades. Hay un localismo tremendo. Cádiz se complementa, o se debería complementar, tenemos la Bahía, Jerez y la campiña, La Janda, y el Campo de Gibraltar, cada uno con su propia dinámica. El error está en creer, por ejemplo, que vienen moteros al Circuito y tenemos que ponerles una valla en la sierra de San Cristóbal para que no se vayan a El Puerto. El Circuito es un factor de atracción, genial, pues que vengan todos los que puedan, y si aparte cuando estén aquí pueden aprovechar para conocer otras partes de Cádiz para que vuelvan a repetir en otro momento, mejor todavía. La playa es un factor de atracción, si podemos aprovechar que los visitantes descubran otras zonas de la provincia, genial. Eso es turismo colaborativo y hacer provincia.
Hablando de hacer provincia, ¿a usted le gustaría que el Aeropuerto incluyera el nombre de Cádiz?
Los aeropuertos toman el nombre del término donde se ubican y eso le pasa al Prat en Barcelona, al Madrid-Barajas o al de Girona… Cuando a nivel turístico a una compañía le interesa, ellos mismos se encargan de hacer promoción del destino. No creo que tengamos que tocar el nombre del Aeropuerto de Jerez para conseguir más demanda turística. No creo que sea necesario, porque es entrar en una polémica que no lleva a ningún lado.
Jerez es atractiva turísticamente, ¿pero cree que el jerezano está preparado para recibir a turistas?
No, no, es muy pasivo. El destino Jerez es de turismo cultural, no de sol y playa. El efecto del turismo masivo sobre el destino es bastante limitado. El ciudadano no va contra el turista, la gente es sociable y ayuda, pero es muy pasiva. Hay que hacer ver que cada tipo que cada tipo que anda por la calle dando vueltas con una mochilita, son 200 euros al día, que es lo que va a gastar en alojarse, comer, souvenirs, o en las entradas para algún espectáculo. Ahora mismo no se percibe así. Hay que tener conciencia de la importancia que puede tener la actividad turística en una ciudad como Jerez, que tiene 30.000 parados.
"En el clúster vemos a gente que lleva muchos años trabajando el turismo que ahora tiene otra cara"
¿Todavía hay muchos que quieren aprovecharse del turista inflando precios?
Eso siempre ocurrirá, y en la hostelería se ve. Hay que ser friendly con el turista, que no significa ponerle una sonrisa, sino que el comportamiento de los jerezanos sea honesto con ellos, y no por pensar que por ser un guiri hay que sacarle el dinero. Es una visión muy de los 60, por lo que hay que evitar ese tipo de prácticas. Trabajando en un modelo colaborativo es más fácil que este tipo de cosas no ocurran.
¿Hay vida, turística, más allá de montar bares?
Hay mil cosas. Hay empresas que participan en el clúster que trabajan de todo, desde gente marida vino o hace rutas a caballo, las posibilidades de los visitantes son múltiples.
¿Goza de buena salud el sector turístico en la ciudad?
Tiene buen ánimo. El gaditano en general es creativo. A la hora de elaborar productos turísticos se basa en el ingenio y ahora hay un ánimo renovado. En el clúster vemos a gente que lleva muchos años trabajando el turismo que ahora tiene otra cara.
¿Le parecen suficientes los fondos ITI destinados a la ciudad?
Por pedir nunca que no quede (risas). Todo lo que se haga bueno es, pero yo iría no tanto la cantidad sino a la calidad. El casco histórico de Jerez, por desgracia, ha sufrido un deterioro brutal en los últimos 40 años y nos encontramos con que el auténtico Jerez está abandonado. La inversión del Museo Flamenco de Andalucía es clave, y no porque sea un instrumento de atracción, sino porque tiene que tener la capacidad de dinamizar todo el centro histórico.
¿Cree que el centro histórico es recuperable?
Claro que sí. El desarrollo de esta ciudad a nivel turístico tiene que ir de dentro afuera. El visitante busca experiencias muy puras y lo puro significa construcciones nuestras, si las tenemos hay que potenciarlas. La gente compra historias y el mundo del turismo es un mundo de emociones y Jerez no puede vender vino, caballo y flamenco, tiene que vender una historia que venda los recursos que tiene.
¿Quién hace esa historia?
Pues a lo mejor la tenemos que hacer nosotros. Jerez tiene que crear su propia historia, estoy hablando de la historia de la emoción, qué somos, por qué tienes que venir aquí.