Mujeres luchadoras que sacan una sonrisa a la vida. Ellas son Charo, Pilar y Lourdes Jaén Guillermo, las hermanas jerezanas al frente de Alas, un coqueto negocio que ya cuenta con tres locales en Jerez. Todo comenzó hace diez años cuando las tres, que trabajaban en la misma empresa, se quedaron en paro con una media de 50 años –actualmente tienen 59, 55 y 62–. Hasta entonces, siempre se habían dedicado al comercio, así que, para salir adelante, continuaron en este sector.
"Nuestro jefe cerró la empresa, nos cogió a estas edades y nos lanzamos a abrir un negocio porque era lo que sabíamos hacer", comenta Charo a lavozdelsur.es. Con valentía, echaron a volar con Alas, nombre con el que bautizaron este negocio de moda y complementos para mujer donde practican el arte de la cercanía con las clientas.
"Nosotras amamos a los ángeles, siempre los tenemos presente. Cuando fantaseábamos, siempre decíamos que si algún día podíamos montar una tienda le íbamos a poner así en honor a ellos, siempre nos acompañan, lo sentimos así", expresa la jerezana.
Como ellas dicen, pusieron “toda la carne en el asador, no teníamos un duro” y arrancaron en la calle Corredera. Todo fue viento en popa porque, a los tres años, estaban abriendo otra tienda en la calle Santa María. Con esfuerzo y constancia, Alas florecía hasta que recibió el duro golpe de la pandemia, que se sumó a las obras de regeneración del eje viario de las calles Corredera, Plaza Esteve, Santa María y Cerrón.
"Fue un caos, nos tuvimos que reinventar y nos lanzamos a las redes sociales. Nos ayudó muchísimo, así empezamos a resurgir", explica Charo, que ahora celebra junto a sus hermanas la reciente apertura de su tercer local, también en la calle Corredera, dedicado a los complementos.
"Estamos felices", comentan las comerciantes, que ahora cuentan con dos compañeras más. No solo se mantienen en este sector, sino que también prosperan. "Estamos creciendo con mucha ilusión. Aquí vivimos cinco familias, dos somos divorciadas y nuestro sustento es solo el negocio", dice orgullosa de su trabajo.
En todas sus tiendas se encuentra moda casual de mujer, desde chaquetones, peletería, chalecos o cazadoras, hasta complementos como gargantillas, cinturones, zapatos o bolsos. Todo con un estilo boho chic "ya muy definido". Desde sus inicios, las hermanas han procurado llenar el escaparate y las perchas de prensas especiales.
"Para quien quiera vestirse diferente, aquí siempre se encuentran cosas bonitas", añade Charo, que en plena campaña navideña asegura, con desparpajo, que tienen “cosas espectaculares”.
El tesón de estas hermanas ha dado sus frutos. Son un ejemplo de que el comercio local existe y funciona. Desde sus tiendas, lo defienden "a capa y espada" como un medio de vida más y agradecen las visitas de sus clientas.
"Cuando la gente dice que el centro no funciona y que el comercio local se está muriendo, decimos que es relativo, porque nosotras, al contrario, afortunadamente estamos creciendo", explican estas mujeres que tiran para delante a pesar de las dificultades a las que se enfrentan como autónomas. "Estamos muertas de impuestos, eso sí que es una realidad. Necesitaríamos tener un poco más de ayudas", dice Charo, rodeada de abrigos.
Desde el centro de Jerez, las hermanas continúan al pie del cañón, ayudando a combinar conjuntos y a sacarse partido. "Con los monstruos no puedes luchar, pero le damos a la clientela algo que no encuentra en otro lado", comentan.
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