La Hermandad del Rocío de Jerez inicia el regreso a casa tras una Romería sin incidentes notables

Los servicios médicos no han tenido trabajo más allá de las picaduras de insectos, ampollas o heridas de pronóstico leve

La Hermandad del Rocío de Jerez, de regreso a casa.

La Hermandad del Rocío de Jerez camina de regreso al convento de Santo Domingo. A las nueve de la mañana, la carreta con el Simpecado se despedía de la Blanca Paloma para iniciar un camino de vuelta marcado por la normalidad y tranquilidad sin incidentes reseñable. 

Antes del mediodía, junto a la Hermandad de Cádiz se rezaba el Ángelus en el Pilón del Lobo y se proseguía bajo cielos despejados y los vientos de poniente, que están provocando que los romeros tengan un camino bastante más llevadero del que inicialmente se esperaba. Con menos mosquitos y garrapatas que tanto se temían en los días previos, los servicios médicos de la hermandad no han tenido trabajo más allá del habitual, entre ampollas, picaduras de insectos, heridas de pronóstico leve o sintomatología provocada por la fría climatología.

Regreso a casa de la Hermandad de Jerez.

En torno a las siete y media de la tarde, la Hermandad de Jerez llegaba al Corral del Félix tras la parada de almuerzo en el Palacio de Doñana, para la pernocta. De este modo, se consolidan las modificaciones llevadas a cabo el año pasado y que buscan equilibrar las distancias recogidas en cada jornada. 

A las nueve y cuarto daba comienzo la eucaristía que ponía fin a una jornada en la que la parada rociera de la Hermandad de Jerez volverá a disfrutar de una noche frente a su simpecado en un entorno privilegiado como es el del Coto de Doñana. 

Los romeros, de vuelta a tierras jerezanas.

Este miércoles, a hora temprana, está previsto marchar con destino a Marismillas, si bien antes se rezará el Ángelus justo pasar el Cerro de los Ansares y parar en Carboneras para el almuerzo.

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