A falta de dos imágenes que quedan por llegar a las iglesias desde donde saldrán el sábado para la procesión Magna de Jerez, las hermandades ultiman lo preparativos para la procesión. Entre tanto, las que ya lo tienen casi todo preparado, llega el momento de la decoración floral, que es el último detalle que resta para que los palios estén finalizados en su montaje.
Esta labor requiere de un gran talento para dar forma a las jarras, baquetones y otros elementos, según el tipo de paso, en los que la flor es el elemento que remata todo el conjunto. Es un trabajo delicado y paciente en el que los expertos deben de armonizar cada bouquet o piña en proporciones y tamaño.
En este proceso, que se alarga bastantes horas -muchas más que en un paso de misterio-, suele contar con la participación de hermanos de las cofradías que ayudan a los floristas en las labores más sencillas y menos comprometidas como cortar tallos o colocar las púas donde se inserta cada flor que después se clava en el corcho que da forma a ls jarras y otras piezas.
La decoración suele estar a cargo de profesionales, excepto en las hermandades donde los mismos hermanos, lo que más mano tienen en este menester, dirigen este trabajo.
Entre tanto a lo largo de esta mañana se ha rematado el montaje de estructuras en la Carrera Oficial. El montaje de vallas, similares a las que s usan en las obras, se han situado en un tramo de la calle Larga, en Cristina y hasta el Mamelón, que es donde termina el recorrido común. También se han enpezado a situar las sillas en las diferentes zonas previstas. Todo señala a que la Magna Mariana está a la vuelta de la esquina después de las vicisitudes que obligaron a retrasarla una semana.
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