La demolición del edificio que iba a albergar el Palacio de Congresos y Exposiciones avanza, junto al Hospital de Jerez, donde maquinaria pesada se encarga de ir haciendo añicos las plantas de la mole de hormigón que iba a ser y no fue. Los trabajos empezaron en noviembre, meses después de confirmarse que el proyecto no se culminaría después de años de abandono.
Los trabajos están provocando una nube de polvo que topa de lleno con el centro hospitalario. Los vehículos aparcados en la bolsa de aparcamiento situada junto al autocovid son los más afectados por la demolición. El polvo, a los que llevan unas horas aparcados, los ha ocultado por completo.
El malogrado Palacio de Congresos, un edificio de 33 metros de altura en una superficie construida a de 17.235 metros cuadrados, se está demoliendo poco a poco, con unos trabajos que afectan de lleno al Hospital de Jerez, que se encuentra a unos pocos metros. La pinza de la empresa navarra Erri-Berri, encargada de los trabajos, va cortando de arriba a abajo pilares y forjados.
La parcela, como adelantó lavozdelsur.es, albergará un parking subterráneo, un supermercado de la multinacional alemana Lidl (el tercero del municipio), una gasolinera y un hotel de tres estrellas. Detrás de la inversión, tras adquirir los suelos a Solvia, filial del Sabadell para sus activos tóxicos del ladrillo, está José Luis López Fernández, el empresario ubriqueño que hizo grandes negocios en el municipio al calor de la edad dorada del pelotazo inmobiliario.
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