La IA, al rescate del alquiler de sillas para la Magna de Jerez

La empresa, en conversación con lavozdelsur.es, asegura que "de cinco variables, cuatro han fallado", e incluso confiesa que llegó a sospechar que habían sido víctimas de un 'hacker'

La app de alquiler de sillas de la Magna de Jerez.

No cabe duda de que la nueva aplicación que quiere implementar la Unión de Hermandades para la venta de sillas en la Magna de Jerez, que servirá también para la Semana Santa, está dando la nota discordante en todo lo relacionado con los preparativos del 12 de octubre.

No es una cuestión baladí, del alquiler de los asientos depende gran parte del presupuesto del evento, particularmente la subvención que recibirán las hermandades para paliar los gastos de sus respectivas salidas.

Ahora los técnicos informáticos trabajan en diferentes frentes que hacen que la aplicación móvil no funcione, se bloquee y confunda datos. Por este motivo han introducido una IA (Inteligencia Artificial) para que esta disruptiva tecnología sea la que arregle los fallos que impiden que funcione correctamente.

La idea es que entre este martes y el miércoles estén solventados los problemas y pueda seguir el proceso, una situación que ha provocado una aglomeración importante en la sede de la Unión de Hermandades, con largas colas y horas de espera. Un dato, entre el poco tiempo que estuvo activa la app y el alquiler in situ en la calle Curtidores se ha llegado a casi 3.000 alquileres de asientos, una cifra no contrastada, pero estimada por el organismo cofrade.

Retrasos, fallos de enlace, datos erróneos…

El director comercial de Hawkins, Manuel Tirado, empresa que tiene a su cargo la construcción de la app, ha dado explicaciones a lavozdelsur.es sobre lo que está sucediendo. Tirado explica que una aplicación para la compra de asientos en cualquiera de sus modalidades requiere inicialmente de un mapeo, un documento técnico hecho por un arquitecto o un ingeniero, en pocas palabras, el dibujo de las zonas donde están las sillas a fin de digitalizarlas.

Este trabajo lo asumió el Ayuntamiento. “Había una fecha de entrega para este documento que no se cumple. Se tarda cinco o seis semanas más del tiempo inicial que teníamos para esto”. Aquí empiezan los problemas, el retraso. Una vez que el mapeo es recepcionado, “en 11 días terminamos la aplicación perfectamente corregida, probada y testada por la Unión de Hermandades. Funcionaba perfectamente”, dice Tirado. Y llegan al tercer paso, que es enlazar la app con una plataforma de pago.

“Decidimos trabajar con la Caixa, que trabaja con una aplicación de pago. Es a la que tiene que unirse la aplicación para que los usuarios puedan comprar y quede registrada en su banco”. Esta plataforma —perteneciente a una empresa multinacional establecida en Centroamérica— no se vincula: “Estamos durante una semana intentando solventar problemas con esta pasarela día y noche, pero no lo logramos”. Al final deciden cambiar a otra plataforma.

En este punto, Tirado afirma que ya todo funciona. "Se sube al sistema Android sin ningún tipo de problema”, relata. Hacen lo mismo con iOS (Apple), “que tiene sus tiempos, funciona a su forma y no acaba de subir la aplicación y tras tres días esperando decidimos hacer lo mismo que hicimos con la pasarela de pago, hacer una pasarela externa para que la gente que tuviera Apple no se sintiera discriminada a la hora de comprar los palcos”.

“En 20 minutos habíamos vendido una barbaridad de palcos, pero llegó un momento en que detectamos otra incidencia totalmente ajena tanto a nosotros como a la Unión de Hermandades, y es que nos aparecen referencias duplicadas”, dice el responsable de Hawkins. En este punto sospechan que se trata de un ciberataque.

Pero el quid del problema no es un 'hackeo' ni nada parecido. Simplemente que los datos de muchos abonados están mal anotados, por lo que el sistema, una vez el interesado ingresa sus datos, da error al no reconocer sus señas, lo que produce un efecto cascada cuando se acumulan muchos fallos o rechazos que llegan a bloquear el sistema.

El responsable de la empresa reconoce que deberían haber previsto que la base de datos que maneja la Unión de Hermandades, en cuanto a abonados a palcos y sillas de Semana Santa, son cartulinas con los apuntes a mano: “La base de datos con la que hemos trabajado es una base de datos transcrita de forma arcaica, o sea, a mano. Hay errores a la hora de la transcripción”, explica Tirado.

Interviene la IA

Así las cosas, el trabajo se ha complicado. “Hemos pulido a mano la base de datos y estamos terminando de organizar los datos para volver a abrirla y poder terminar con el proceso de compra”, dice el responsable de la empresa. Para esta labor han echado mano de la IA, que está reordenando datos y contratándolos de tal forma que los de los abonados, que tienen prioridad de compra, no den más fallos.

Manuel Tirado confiesa que por parte de Hawkins “deberíamos haber calibrado las fechas de una forma más adecuada, han ocurrido cuatro cosas totalmente imposibles de calcular”, por lo que desde su parcela técnica pide “perdón a todo aquel usuario que se haya visto agraviado por esta situación”.

El director comercial de Hawkins llama la atención sobre que la Magna es el primero de los eventos que va a tener la Unión de Hermandades “para poder andar en el mundo digital” y asegura que “se va a vender todo y evidentemente todo esto va a ser una pesadilla del pasado”.

Lamenta que haya gente tan beligerante “con un desconocimiento muy importante de la situación” y  pone de relieve que “en la Unión de Hermandades solo veo gente que de forma altruista ha trabajado brutalmente”. Así que atendiendo a estas explicaciones, la app estará operativa en breve con todas las garantías, especialmente en el plazo de tiempo que tienen los abonados para adquirir asientos.