Tres días de sobresaltos e incendios que se apagaban y se reavivaban a las pocas horas. Idas y venidas de Bomberos Máxima tensión entre vecinos y responsables políticos. Fuego que saltaba de lado a lado sin control y zonas en las que había que tratar de abordar las llamas "con paladas de arena, ante la falta de agua". La pesadilla pasa, pero los vecinos de la zona de Cartuja, comprendida entre las rotondas 1 y 2 de la avenida Juan Carlos I —conocida como del colesterol— hasta casi las puertas del Monasterio de La Cartuja, no quieren ni oír hablar de que no ha habido daños personales. Tras las llamas que se desataron el pasado 13 del presente mes de julio, hubo pérdidas no humanas, pero sí con un valor emocional y sentimental que ha dejado a muchos marcados.
Literalmente, como se ha dicho, no hubo que lamentar daños personales, pero sí hay que tener en cuenta, advierten, que "para un cartujano perder a uno de sus animales es como perder a un miembro de la familia". En estas extensiones de fincas, con terrenos particulares que van de los 4 a los 90.000 metros, "claro que ha habido consecuencias importantes. Hay dramas personales por la pérdida de animales y porque aquí hay gente que lleva viviendo toda la vida y no tiene recursos para recuperar lo perdido. Una vecina ha puesto su finca en venta y se marcha de la zona, no tiene fuerzas para volver a comenzar", comenta a lavozdelsur.es el presidente de la recién constituida asociación de vecinos de esta zona, Manuel Tortosa.
Entre el centenar de fincas que puebla las hijuelas del Serrallo y la de La Araña hay una cabaña de unos 600 caballos y fallecieron tres, pero otros muchos animales murieron carbonizados, "y no por ser más pequeños son menos importantes para nosotros". Aparte del vivero de Hermanos Olmedo, arrasado por el fuego que se originó en los llanos de La Ina, muchas viviendas sufrieron daños y en muchas fincas quedaron calcinados cuartos de apero y pequeños almacenes. Hay árboles que aún no han sido retirados y que siguen amenazando casas.
A sus 56 años, el dirigente vecinal lleva toda la vida viviendo en esta zona al Este del municipio y, aunque reconoce que cada año hay pequeños incendios —muchos de ellos provocados para intentar robar aprovechando el caos de estas situaciones—, nunca se había llegado a la situación que se vivió a mediados del presente mes de julio.
Precisamente 64 vecinos firmaron una semana antes de los incendios un escrito, que registraron en la Delegación Municipal de Medio Ambiente, solicitando que operarios municipales desbrozaran y limpiaran las veredas por la enorme cantidad de pasto acumulado. Combustible ideal que, como se comprobó días después, supuso que el fuego corriera como la pólvora alcanzando las fincas a su paso. Extinguidas las llamas, es ahora cuando se ha puesto en marcha un operativo extraordinario de limpieza en esta zona de la ciudad.
Aunque Tortosa agradece, en nombre de la mayoría de sus vecinos, la atención de los responsables políticos municipales tras los tres días de incendios en la zona, no tiene claro a estas alturas si hubo dejación o descoordinación al intervenir en la emergencia. "Es prematuro hacer estas valoraciones", asevera. Y añade: "Hay motivos para pensar que la emergencia no se abordó de la manera más eficaz, pero es pronto para lanzar esto como afirmación, para ser justos… habrá que ver, llegado el caso, de qué parte era responsable el Ayuntamiento o qué parte del Consorcio de Bomberos, entre otros componentes del operativo".
Rubén Pérez (Seguridad): "Por supuesto que defendemos la gestión que se hizo en todo momento"
El PP, principal partido de la oposición en el Consistorio jerezano, tiene previsto lanzar una batería de preguntas en la sesión de control del pleno ordinario de julio, que se celebra este jueves. Por lo que ha ido denunciando hasta ahora, el operativo fue "negligente". Algo que niega el gobierno municipal. Consultado por este periódico, el delegado de Seguridad, Rubén Pérez, mantiene que "por supuesto que defendemos la gestión que se hizo en todo momento. La coordinación que hubo con Consorcio de Bomberos y con el Infoca de la Junta de Andalucía se ve clara con los resultados de las actuaciones". "Lo que nos llega a nosotros de los vecinos es agradecimiento, tanto por la cercanía en la actuación como por la presencia de todo el gobierno en la zona y las ayudas que estamos ofreciendo. Estamos atendiéndolos y nos hacen saber que están agradecidos", ha insistido.
Manuel Alcaide, con 71 años, dos décadas viviendo en la zona y un 77% de discapacidad, se despertó sobresaltado de la cabezada que daba en un butacón. Era su mujer por teléfono. Todos los vecinos estaban siendo evacuados del Serrallo menos él. Cogió a su perro y lo llevaron hasta la Cartuja. "Se fue todo el mundo del convento, le pregunté a la alcaldesa sobre si se iba a hacer algo, y me dijo que se iba a crear en el monasterio el puesto de mando avanzando para atendernos. Mamen (Sánchez, regidora jerezana) se fue, todo el mundo se fue, y a las nueve quedaba yo allí, sin poderme mover… la Policía Local me dijo que no había ningún dispositivo, que era un error de la prensa. Tuve que dormir en el coche", cuenta a lavozdelsur.es ya devuelta en su finca.
"Ni limpieza, ni agua", pese a que "pagamos 'contribución"
Manuel, como otros vecinos de la zona, lo tiene claro: "La limpieza aquí no llega, pese a que pagamos contribución. Agua no tengo, compro cubas, por lo que tampoco hay hidrantes... yo mi finca, y ahí puedes ver el frente de la parcela, la tengo limpia, pero si el camino no lo limpian... El fuego estuvo muy localizado y fue por tanto pasto acumulado", sentencia. Y abunda: "Hay sembrados de girasoles que no ardieron, el fuego solo entró por el vivero, y de ahí a los pastos, al igual que llegó hasta el vivero; en el vivero se podía haber cortado si hubiese habido alguien al mando".
"El seguro no va a cubrir nada de esto", se lamenta Alcaide, a las puertas de la finca La Vaquera. Tras volver a echar un vistazo al container de su parcela que se tragó el fuego, a un cuartito con lavadora, secadora y otros electrodomésticos, su opinión sobre si lo ocurrido pudo haberse evitado es rotunda: "Hubo negligencia. Fue nefasta la actuación y eso es lo que indigna, que quienes cobran por prevenir no prevengan, no hagan bien su trabajo". "¿Qué hacía ahí en medio un camión de bomberos casi sin agua, queriendo coger agua por un tubito de la piscina de mi vecina?", se pregunta, a lo que añade: "Todo estaba hecho un asco y las llamas vinieron por el sitio que vinieron, por la vereda".
La investigación sobre las causas y gestión de la emergencia de tres días de incendios en la zona rural de Jerez sigue abierta. Solo tras sus conclusiones podrá detallarse qué fallo, si fallo algo, y depurar responsabilidades, si las hubiera. ¿Cuándo saltaron las alarmas, cómo se originó, a qué hora se intervino, cuándo se activó el plan de emergencias municipal —el incendio no es forestal sino urbano—?... Son preguntas que este jueves pasarán por el pleno municipal de la mano de los representantes populares, a los que el gobierno local ya acusó de "pirómanos políticos".
Comentarios