José Antonio Díaz (Jerez, 1980) pertenece a esa clase de políticos que no pasan desapercibidos porque es bien sabido por sus intervenciones en pleno que le gusta ir al tobillo del rival. Delegado de Urbanismo, Desarrollo e Infraestructuras, las últimas elecciones fueron de aumento de responsabilidades tras repetir el PSOE en la Alcaldía.
¿Cómo entra en política y por qué el PSOE?
En la Universidad. Soy diplomado en Relaciones Laborales y viví la tensión contra algunas leyes del Gobierno de Aznar, el tema del Prestige, la guerra de Irak... Estaba como delegado en la universidad en un tiempo de reivindicación. Mi familia es socialista, en mi casa siempre hemos sido de izquierdas y tenía familiares que fueron concejales en determinados momentos.
¿Cómo fue entrar hace cinco años en el Ayuntamiento?
Lo afrontamos con responsabilidad. Era un Gobierno de siete concejales, era muy unido y nos apoyamos todos en nuestras materias, y nos sobrepusimos a las adversidades. El reto era grande, personal. Fue poco habitual que siete concejales estuviéramos para una ciudad de más de 200.000 habitantes.
Bueno, cinco, si quitamos a una concejal en Diputación y a la alcaldesa. Ahora vivirán más relajados, son más delegados.
La responsabilidad es la misma porque queda mucho por hacer. Pero se hacen las cosas bien, se aprueban presupuestos, se reduce la deuda, somos el Gobierno que más invierte en los últimos 15 años, el mayor en asuntos sociales... Generamos confianza y vuelven los inversores a la ciudad. Sobre los presupuestos, el PP no presentó ninguno porque no cumplía con Hacienda. El actual nuestro es el quinto.
En cada partido hay un rol concreto, se ve clarísimo al ver las funciones que tiene cada dirigente. En su caso, se le ve como el centrocampista leñero. No sé si está de acuerdo, y no sé si le sale de dentro esa vehemencia en los plenos.
Cada miembro del equipo de gobierno tiene su papel y su manera de ser, y toda es válida. Yo soy como soy, me equivoco mucho pero también acierto. Como todo el mundo, para lo bueno o lo malo.
"No hemos subido impuestos nunca. Hemos racionalizado la gestión y eliminados los gastos superfluos para gastar en lo que había que hacer"
Pero es usted duro.
Soy duro y lo seré siempre por defender los intereses de la ciudad ante todas las administraciones. Soy duro por defender la ciudad en la que vivo y vivirán mis niños. Voy a defenderla a muerte.
La ciudad ha tenido que afrontar ser una de las que peor valora sus propios servicios públicos municipales, según indicaba un informe.
Ese informe era de dudosa credibilidad, porque era de un lobby. Rehusó venir para que nos explicaran el informe. Pero debo decir que la limpieza ha mejorado en 2019, con más maquinaria y personal con el nuevo pliego, aunque pidiendo a la ciudadanía que cumpla y sea respetuosa.
Pero, en cualquier caso, ¿sentían en el PSOE que se la jugaban con esos asuntos de la limpieza o los autobuses para las elecciones de 2019? Al final, son esas cosas del día a día las que los ciudadanos parece que valoran.
Fue un conjunto de cosas. No solo limpieza, autobuses, sino que pudimos invertir en barrios que pedían mejoras y en nuestro mandato pudimos hacer las mayores inversiones, actuaciones de asfaltado, red de abastecimiento, saneamiento, y cambiamos la tendencia de percepción comprando autobuses nuevos. En limpieza, había quien quitó cuatro millones de euros a la limpieza y nosotros lo aumentamos. Eso evidenció que un gobierno de siete es más que uno de 15. Además, de 34.000 parados pasamos a 26.000 parados en el gobierno de Mamen.
Aunque el tiempo de que un ayuntamiento sea motor para el empleo en una ciudad, como ocurrió antes, ese tiempo ya ha pasado, más aún cuando desde que pinchó aquella burbuja bajó la recaudación.
Pero la recaudación aumentó cuando se hace una fiscalización y se persigue a los que defraudan en determinados impuestos, es más eficiente. No hemos subido impuestos nunca. Hemos racionalizado la gestión y eliminados los gastos superfluos para gastar en lo que había que hacer, sin mermar los servicios públicos.
En cuanto a la deuda municipal, aunque baje o suba un poco, sigue y seguirá siendo un problema, ¿no llega el momento en que un político, del color que sea, acaba diciendo "de dónde saco el dinero para el proyecto que tengo"?
Es importante para eso tener presupuesto, y liquidez. Pero antes había que tener un plan. Antes no había, por ejemplo, para el centro. Hemos seguido un plan de manera racional desde diversos ámbitos, como la movilidad, o de la capacidad residencial, de impulso económico... Esas medidas, con la aportación de ciudadanía y partidos, aprobamos un plan para regenerar. Esa es la cuestión, que si no tienes un plan, y no tienes presupuesto, no puedes hacerlo. En este caso, hablamos de un plan que queremos que sea de todos, no de un partido. El gobierno local lo está impulsando, pero queremos que sea de todos.
Han sido muchos años en la ciudad de comisiones municipales, conferencias, planes presentados... ¿Por qué esta vez es diferente?
Porque se está ejecutando ya. El registro de solares se ha actualizado, y pone a disposición de la ciudadanía las fincas en manos de los bancos, con la primera venta forzosa. Eso aumenta la capacidad residencial. Y hacemos un trabajo muy laborioso de Urbanismo de catalogación de fincas y las mejoras que necesitan, 1.600, viendo el grado de intervención requiere. Y la inversión pública, como plaza Belén, Astoria, museo de la Atalaya, plaza Vargas, Claustros, Callejón de los Bolos, el Museo de Flamenco que tiene que licitar la Junta, el centro de Lola Flores... Eso es real, se está ejecutando.
Venimos de varios años en los que la espera para tener una licencia de apertura de negocios se alargaba durante meses. ¿Se está trabajando ese aspecto?
Hemos aprobado la ordenanza de declaración responsable. Desde que lo presentas, al día siguiente puedes hacer la apertura siempre que cumplas unos requisitos. Cuando otorgamos la licencia, tenemos que entender que estamos ante el proyecto de vida, y que genera empleo, para las personas. Tenemos que ser conscientes de la importancia de dar una licencia en tiempo y forma.
¿El tema 1 de los problemas del centro es la falta de habitantes? Es decir, ¿le preocupa más por lo que supone el centro la despoblación de la plaza del Mercado respecto, por ejemplo, a San Miguel, que tiene más viviendas habitadas?
Nos preocupa todo el centro, y todos los barrios, no hay distinción, aunque sí hay barrios que necesitan más inversión. Necesitamos que el centro vuelva a ser considerado por la ciudadanía un espacio para vivir. Tenemos que intervenir desde lo construido a lo no construido. Ponemos a disposición nuestras herramientas, como es el caso del registro de solares. Eso provoca que los bancos con esas fincas que especulan se ven, entre comillas, atacados por el Gobierno porque nadie le hacía sombra, la mayoría de los bancos no han cumplido con el deber de actuar. El Ayuntamiento persigue el cumplimiento de los deberes urbanísticos. Recientemente, se presentó una solicitud de sacar del registro de solares una finca porque la iba a vender. Ya se ha presentado la solicitud de licencia y entonces ya puede salir. Eso hace que se mueva para que quien quiera impulsar el centro lo pueda hacer.
En cuanto al parque de viviendas, la ciudad cuenta con muchas construidas en la expansión de la ciudad desde los 60 y 70, que se está quedando muy viejo. Hablamos de barrios enteros. ¿Qué rol puede tener Urbanismo?
La alcaldesa tiene claro que el jerezano tenga una vivienda de calidad, digna. Se fragua en distintas actuaciones, directa o indirectamente. Hablamos de La Constancia, La Asunción, que gracias a la delegada de Vivienda y Mamen se empezó a gestionar el fondo europeo... Y ahora se trabaja en San Juan de Dios para construir nuevas viviendas, como en El Pandero. Intentaremos conseguir esos 20 millones de fondos europeos. Hay que recordar que el último gobierno de esta ciudad que construyó vivienda pública fue el del Partido Socialista, en Estella, Juan Carlos I... No ha habido otro gobierno. Ese objetivo lo tiene la alcaldesa, rehabilitar o construir, y buscaremos una solución para que tengan esa vivienda digna. Tenemos que intentar poner el interés de todas las administraciones, especialmente la autonómica, para esos vecinos que lo necesitan.
"Pacheco fue, en líneas generales, un excelente alcalde para la ciudad. Fue el impulsor de la transformación, con sus aciertos y desaciertos"
Ahora está cayendo un símbolo de la burbuja, el Palacio de Congresos, pero hay otros ejemplos en Jerez, como muchas fincas sin construir, parches en medio de zonas urbanizadas, que siguen dando esa impresión de ciudad que ha fracasado.
Ahora se está construyendo, se solicitan licencias para para construir. Por ejemplo, delante de la Yedra, o en la avenida Caballero Bonald, donde ya casi no quedan parcelas libres, en El Membrillar. Se ve un movimiento de la construcción, de forma sostenible, y se solicitan licencias para inversiones residenciales, turísticos, se agilizan los procedimientos, facilitando la tramitación de licencias, dando una buena imagen de ciudad.
¿El mapa de Jerez ya es lo suficientemente grande o cabe una expansión más?
El urbanismo de Jerez fue descontrolado. El coste por habitante para los servicios públicos es mayor que en cualquier ciudad. Jerez se tiene que compactar, tiene que haber un desarrollo controlado y sostenible. Nuestro Plan General con gran capacidad de acción, que solo requiere modificaciones puntuales. El mercado está contenido, no habrá un crecimiento descontrolado en las próximas décadas, integrándose barrios, como es el caso de Las Flores. En su día no se terminó. Hemos desbloqueado la situación para terminarla. Como se desbloquea el Tabanco del Duque, el Palmera Plaza o el Palacio de Congreso. Estamos poniendo orden con un equipo comprometido, para diseñar los diferentes planes y priorizar las actuaciones.
¿El asunto de las viviendas irregulares, especialmente en el entorno rural, es algo que tenga en una carpeta encima de la mesa?
Lo que tiene que hacer la Junta es desarrollar el plan especial de Cuartillos y otras barriadas rurales. Ahí hemos hecho el trabajo. Estoy convencido de que están en esa línea.
No, el auto es más complejo y amplio. Dice que es complejo, que no hay jurisprudencia, que no ha habido entendimiento, pero también que tenemos derecho a tomar medidas conducentes a mejorar la seguridad de las obras. No ha entrado en el fondo de la cuestión, sino que no da la razón o la quite. Da un tirón de orejas a ambas administraciones. Hemos pedido reuniones, hemos mandado escritos, y la Junta ha tenido a bien aceptarla. Nos hemos reunido de forma cordial, emplazándonos a corto plazo a una reunión técnica entre los empleados de la Junta y del Ayuntamiento para abordar el proyecto.
¿Hay una desescalada de tensión?
Sí, desde el momento en que ambas administraciones entienden que trabajar conjuntamente va por el bien de la ciudadanía. Una muestra es el Museo de Andalucía. Ese trabajo técnico ha permitido culminar el proyecto, con beneficio para todas las partes, que es al final la ciudadanía.
Ha heredado como delegado la silla de Pedro Pacheco.
No. Eso sería en la época de los pactos. Ahora es una delegación más como cualquier otra. Esto ya no es Gerencia Municipal de Urbanismo, esto es la delegación de Urbanismo, con sus competencias, con su relevancia, pero una delegación como otra.
¿Qué opina de Pacheco?
Fue, con aciertos y desaciertos, en líneas generales un excelente alcalde para la ciudad. Fue el impulsor de la transformación, de una situación compleja, donde faltaban servicios públicos e impulsó el cambio de modelo económico, social, los equipamientos públicos, y quien diga lo contrario, está equivocado.
¿No es una marrona trabajar aquí? Es la empresa, digamos, más grande de Jerez, y muy compleja.
Si le preguntas a cualquier trabajador de una empresa te dirá que tiene sus problemas. Yo tengo claro que a todos, del primero al último, debe hacernos sentir orgullosos, pero también privilegiados. En la calle hace mucho frío, hay gente que lo pasa mal, desempleada, o con empleos basuras. Todos aquí somos servidores públicos. Me debo a la ciudadanía y tengo que ganarme el sueldo. Le debemos a la ciudadanía, no ellos a nosotros, del primero al último.