El juzgado de lo penal número 3 de Jerez ha acogido este jueves el juicio a Diego 'El Cigala' por las presuntas agresiones a su expareja, la artista jerezana Kina Méndez, con quien tiene dos hijos fruto de una relación que acabó en 2020. Un año más tarde, ella presentó una denuncia que derivó en la detención del cantaor, y que ahora, tres años después, ha llegado a la vista oral.
En la sala, 'El Cigala' ha negado las agresiones, como señala EFE. "Nunca le he puesto una mano a ninguna mujer, en la vida", relataba. Así, en su primera declaración tras su detención habló de interés económico por parte de Méndez, y que habría habido "negociaciones". Ahora, también, ha hablado de celos de ella. La defensa de 'El Cigala' describe al acusado de la siguiente forma: "Diego no es un santo, pero eso no le hace un maltratador". Y, parece, la estrategia a seguir es hablar del dinero, "único vil interés económico", dijo el abogado, calificando la denuncia de "espinosa y torticera".
Todo ello, muy lejos del relato de hechos de Kina Méndez. La situación era de peleas constantes y tensión cuando ambos vivían en Punta Cana, en la residencia del artista en República Dominicana. Ella quería volver a Jerez, con su familia, porque la convivencia era "un infierno".
Así, como relata Diario de Jerez, se habrían producido agresiones en un hotel de la ciudad, en un aeropuerto extranjero, o que incluso una discusión a la salida de una discoteca jerezana derivó en una patada a un coche donde se encontraba la madre de Méndez. La más grave, en Barcelona, cuando la habría tirado al suelo y propinado una patada.
Para él, ella era su limpiadora, cocinera, y la trataba "como a un cubo de basura". Pero la propia Méndez afirmaba que "en la cultura gitana los hombres mandan", por lo que le costó mucho denunciar y ha relatado la vergüenza previa y la que ha vivido este mismo jueves al sentarse a declarar como víctima.
Una carrera, la de Kina Méndez, que se vio afectada por los intereses del Cigala, quien, a su vez, quería mantenerse en el país centroamericano por lo mismo, para mantener su carrera en el continente al otro lado del Atlántico.
Por estos hechos, la Fiscalía ha mantenido la petición de cinco años de prisión para 'El Cigala', calificando el relato de Méndez como "firme, persistente, sin contradicciones y coherente". "El hecho de que fuera celosa no justifica un episodio de agresión posterior cuando ella cree que su marido la estaba engañando con otra persona", remachaba la fiscal.
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