Mientras se trabaja contrarreloj para reanudar las obras en la plaza Belén, paralizadas desde abril tras la espantá de la constructora adjudicataria Díaz Cubero, la Junta de Andalucía va poco a poco haciendo gestos inequívocos de que no solo no renuncia al Museo del Flamenco de Andalucía, situado en el corazón medieval de Jerez, sino que hasta alguien podría interpretar que se está construyendo la casa por el tejado, dado que en estos momentos incluso se ha planteado la cesión de una nueva finca para ampliar aún más el proyecto definitivo de complejo cultural.
Si hace poco se conoció cuánto costarán las entradas para contemplar la exhibición que recorrerá la historia de este Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, este lunes se ha anunciado por parte del Gobierno andaluz la adquisición de la primera pieza de colección que podrá verse en el equipamiento cultural.
La Consejería de Turismo, Cultura y Deporte ha adquirido por 11.376 libras esterlinas —al cambio actual, 13.423 euros— en la subasta The Guitar Sale: Antique & Classical Guitars celebrada en la firma especializada Gardiner Houlgate (Corshram, Reino Unido) una guitarra española de seis órdenes dobles, atribuida al lutier ecijano Juan Pagés (1742-1821).
Construida en Cádiz en 1791, es la primera pieza comprada por la Junta para el Museo de Flamenco de Andalucía, "donde pasará a integrar su colección estable", según se ha especificado en una nota de prensa. Esta compra, advierten en la misma nota, "coincide en el momento de la construcción y dotación del Museo del Flamenco, institución que contribuirá a la salvaguarda del Flamenco como Patrimonio Mundial de Unesco".
Hasta ahora no se disponía en la Colección Museística de Andalucía de una pieza similar de esta saga lutiers, de ahí la importancia de su adquisición. Las guitarras Pagés marcan el inicio de la denominada ‘escuela gaditana’ y están consideradas el Stradivarius de la guitarra barroca, funcionando como bisagra entre los gremios de violeros dieciochescos y el desarrollo de la guitarra posterior, que llevan finalmente a la guitarra flamenca.
Las guitarras de la familia Pagés, originaria de Écija, pero asentada en Cádiz, son muy apreciadas en la comunidad flamenca. Estas guitarras eran la debilidad del isleño José Monje Cruz, Camarón de la Isla, que las buscaba allá donde tenía noticias de algunas de ellas para su colección particular. Además de sus valores estilísticos, la Comisión Andaluza de Bienes Muebles resaltó el valor social de esta tipología de piezas por su uso extendido en diversos ambientes sociales, y por ser un tipo de instrumento musical adoptado por las mujeres de las clases acomodadas, según señalan Cáceres-Feria y Del Campo (2013). Esta cuestión incidió en la propagación e importancia de los talleres de lutiers con esta especialidad, tal y como indica el productor musical y licenciado en Musicología y Etnomusicología, Chemi López.
Esta guitarra española de seis órdenes dobles presenta fondo y aros de ciprés, golpeador con incrustaciones de palisandro en el lado de los agudos, remates del puente con volutas, mástil de cedro, de cabeza grande y ahusada, madera ebonizada y trates de latón. En una etiqueta del fondo figura la inscripción Juan Pagés me hizo en Cádiz, Año 1791. Pese a su antigüedad, la pieza, con algunas grietas y reparaciones, deterioros habituales en instrumentos musicales conservados de este periodo histórico, presenta un estado de conservación óptimo.
La adquisición de esta guitarra viene a cubrir la representación territorial de las dos zonas guitarreras de a comunidad autónoma y se suma a las ya existentes en instituciones culturales: la guitarra del almeriense Antonio de Torres Jurado, que se conserva en el Centro de Documentación Musical de Andalucía, la de Dionisio Guerra, en el Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla, y la de Ramírez, en el Patronato de la Alhambra, y permitirá avanzar en la representación de las cinco grandes escuelas de guitarreros andaluces (Cádiz, Sevilla, Málaga, Granada y Almería).
La adquisición de esta pieza ha sido promovida por Cristina Cruces Roldán, Catedrática de Antropología Social de la Universidad de Sevilla, con amplia trayectoria en el estudio e investigación del flamenco desde el punto de vista patrimonial, y redactora del programa expositivo inaugural del Museo del Flamenco de Andalucía en Jerez.
"El objetivo se va a cumplir; cuanto antes disfrutaremos del Museo"
Con una ejecución al 80%, la Administración autonómica debe ahora resolver el contrato actual con la hasta ahora empresa adjudicataria, sacar a licitación la parte restante de la obra y el reformado del proyecto con la nueva finca, adjudicar de nuevo los trabajos y que estos concluyan.
También resta toda la parte de musealización, los propios contenidos que tendrá el Museo, por lo que no es fácil que el año que viene pueda inaugurarse el complejo, pese a los diferentes compromisos que se han ido dando en todo este tiempo. Compromisos sobre los que, además, pesaba el hecho de que la financiación con cargo a los fondos europeos de la Iniciativa Territorial Integrada, con limitación en el tiempo para la finalización de los trabajos.
"Ya saben que hay que adjudicar lo que queda de obra a otra empresa y para que esto ocurra hay que resolver el contrato con la empresa que estaba llevando a cabo las obras. Es un proyecto de la Junta de Andalucía y el objetivo es que exista un Museo del Flamenco de Andalucía y que el mayor beneficiario sea la ciudad de Jerez, y el objetivo se va a cumplir", ha dicho en rueda de prensa, a preguntas de los periodistas, el primer teniente de alcaldesa Agustín Muñoz.
A lo que ha zanjado: "Cuando se adjudica una obra uno se puede encontrar estas vicisitudes, las hemos sufrido también la ciudad, pero de lo que no tenemos que preocuparnos es de que se concluirá cuanto antes y cuanto antes disfrutaremos del Museo".