La Zambomba de Jerez, a la espera de la RAE

Una zambomba en el Rincón de Omaíta, en la calle Empedrada, durante este puente de diciembre. FOTO: MANU GARCÍA

Más de tres años. Es el tiempo que ha pasado desde que el Consejo Ciudadano de Podemos Jerez solicitara a la Real Academia de la Lengua Española la inclusión de la acepción de zambomba como festividad genuina de Jerez, basándose en la iniciativa, por aquel entonces aún no aprobada, de declaración de Bien Interés Cultural de las Zambombas de Jerez y Arcos.

En octubre de 2015, este grupo político registró la proposición en la RAE justificando que la Zambomba es "un elemento singular que aporta su valía al conjunto de la cultura andaluza, siendo una forma de potenciar la cultura del flamenco tan ligada al patrimonio cultural de Jerez, y que debe ser acogida, al igual,que están otras manifestaciones culturales". Una fiesta que entendían que debe ser reconocida lingüisticamente por "la potenciación del sentir de las manifestaciones que manan del encuentro del espacio público y convivencia intergeneracional, y la existencia de un rito de socialización diferenciador de esta zona andaluza en fechas navideñas".

Una mujer bailando en una pasada Zambomba en el patio de La Atalaya, en Jerez. FOTO: JUAN CARLOS TORO.

La Zambomba, inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural (BIC) poco después, el 9 de diciembre 2015, celebra cada año por estas fechas el aniversario de su declaración como BIC. Un éxito que comparte Jerez con Arcos, con sus diferentes pero genuinas formas de cantar y bailar la Navidad. Sin embargo, la Real Academia Española aún no se ha pronunciado sobre si incluirá o no la fiesta como una acepción más de la definición de zambomba.

A día de hoy el término en el diccionario incluye como acepción a "una vejiga de cerdo inflada", a una interjección coloquial "para manifestar sorpresa" y a la propia de la zambomba como objeto, un "instrumento rústico musical, de barro cocido o de madera, hueco, abierto por un extremo y cerrado por el otro con una piel muy tirante, que tiene en el centro, bien sujeto, un carrizo a manera de mástil, el cual, frotado de arriba abajo y de abajo arriba con la mano humedecida, produce un sonido fuerte, ronco y monótono".

La circunstancia ha motivado que desde el año pasado, en el que se cumplían dos años desde su petición, Podemos haya recordado, en los medios de comunicación y a la propia RAE su iniciativa para que no caiga el olvido. Otro grupo político, Izquierda Andalucista, incluso ha tachado de "burla a la identidad andaluza" la no inclusión del término dando a entender que su omisión puede venir dada por su origen. "Todo se debe a un inaudito bloqueo al haber sido Podemos en Jerez la organización que elevó en su día dicha petición", sostienen.

Casado con Saldaña y García Pelayo solicitando a WhatsApp la inclusión de un emoticono con una zambomba. FOTO: PP JEREZ.

La Zambomba, que para el Partido Popular también debe ser un emoticono de WhatsApp, sigue sin tener cabida en el diccionario. En declaraciones a este medio, Pedro Canellada, oficial de la secretaría de Real Academia Española de la Lengua, insiste en que la RAE ha recibido la propuesta durante varias ocasiones, a las que "siempre ha dado acuse de recibo" y ha remitido al Instituto de Lexicografía como se hace "con todos los casos". "Ellos han vuelto a escribir y si no ha entrado todavía en el diccionario será por alguna razón, a lo mejor hay varias, que se utiliza en una zona muy limitada, o no sé. Desde luego, todas las palabras que están en el español no están, están las más usuales, las que usamos y conocemos todos, que son muchas", declara a lavozdelsur.es

Por su parte desde el gabinete de comunicación de la RAE, con en el que también se ha puesto en contacto este medio, insisten en que "si aún no se ha respondido es que se está estudiando esa palabra", algo que según la institución requiere un largo proceso, que empieza por el Instituto de Lexicografía donde llega la petición y estudiada por un grupo de filólogos para pasar luego tienen que ir a las comisiones de trabajo de los académicos, el pleno, y a las demás academias de la lengua española, "ya que el diccionario no es solo de la RAE".

Desde la institución sostienen que su aceptación o no depende de la palabra porque "muchas palabras si no están asentadas en el uso, se estudian durante muchos años. Una palabra para que esté en el diccionario tiene que estar dispersa en el tiempo y en el espacio ya que el diccionario de la Lengua Española está presente en todo el mundo, no solo en España". Al mismo tiempo requiere, inciden, en que el término "no sea un neologismo".  Algo que, por supuesto, no es aplicable a la Zambomba, una festividad que se remonta al menos al siglo XVIII y que es una realidad cultural reconocida tanto en el ámbito popular como en el institucional tras su declaración como BIC. El diccionario, no obstante, se le resiste.

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