Que la Romería del Rocío que ha vivido la Hermandad de Jerez en este 2024 iba a ser especial se sabía desde hacía largo tiempo, pero que se viviera con la intensidad con la que se ha hecho y bajo las circunstancias climatológicas tan llevaderas para todos los romeros, solo lo sabían la Virgen y el Pastorcito Divino.
Como también sabían tan celestiales manijeros que la llegada de la caravana rociera tuviera lugar el mismo día en que se da el pistoletazo de salida a la campaña electoral de las elecciones europeas, que provocó a los partidos políticos que se daban cita en la Alameda de Cristina para inmortalizar tan esperado momento tener que retrasar sus respectivas pegadas de carteles hasta que estuviera el Simpecado dentro del convento.
No obstante, fieles a su manera de hacer las cosas, la actual junta de gobierno de la Hermandad del Rocío de Jerez afrontaba con el rigor de horarios que les caracteriza la jornada más dura de todas en la Romería: la del regreso a casa a través de la tan temida carretera del 'calvario'.
Tras la misa de las ocho y media de la mañana en los exteriores del Palacio de Marismillas, la caravana rociera jerezana empezaba a abandonar el emblemático paraje del Coto de Doñana, para buscar la banda de Malandar, comenzar el cruce del río Guadalquivir hacia la orilla de Bajo de Guía y rezar el Ángelus pasadas las doce de la mañana frente a la Virgen del Carmen, que abría de nuevo las puertas de su capilla para recibir a los romeros jerezanos.
De este modo, tras más de una semana en uno de los parajes más idílicos del mundo, se volvía de nuevo pisar adoquín y asfalto para encarar un camino a casa que parece no encontrar solución que satisfaga a todas las partes.
Por un lado, están quienes quiere quitarse del medio la carretera cuanto antes, llegar a hora temprana a Jerez y recoger el simpecado en Santo Domingo con luz del día y, en la otra banda, están quienes no terminan de ver con buenos ojos que no se suba la calle Merced hasta la basílica de la Patrona de Jerez o que se haya perdido la estampa de la carreta por calle Porvera de noche con la candelería encendida, al igual que ha pasado a mejor vida la misa del Cerro de los Ánsares, por los motivos ya conocidos.
Lo que está claro es que a la última jornada de regreso hay que buscarle solución porque nadie está contento con lo que hay. Aunque ya van quedando pocas alternativas. Hacer una parada corta para el almuerzo no es lo que mejor les viene a unos peregrinos que llevan ya a pie una distancia importante y, además, tienen que afrontar ese día la de mayor dureza. A ello, hay que sumarle que muchos devotos no pueden estar presentes por diversos motivos, en gran porcentaje laborales.
Y en la otra opción, después de nueve días de camino y romería, aunque no haya prisa ninguna por llegar a casa, también es cierto que alargar la jornada más de la cuenta va en detrimento de todos aquellos que tiene faena después de que el Simpecado ingrese en Santo Domingo y reciba la salve y los vivas de un pueblo entero. Entre otras muchas circunstancias.
De todos modos, como cada junta de gobierno es soberana y esta lo ha decidido así, lo cierto y fijo es que este año de 2024, a las siete y media de la tarde era cuando la comitiva llegaba al Hospital San Juan Grande para acercar el simpecao morao a los enfermos y, como es costumbre, en el inicio de la calle Taxdirt esperaba la Hermandad de la Piedad, al igual que la del Prendimiento hacía lo propio en Santiago, la Soledad en la Victoria y Jesús Nazareno en la esquina de la Porvera con la Alameda de Cristina.
Bajo un ambiente distendido, pero también escaso de un público que hasta se cruzó las fronteras del arrabal flamenco jerezano no empezó a coger consistencia, siendo el momento más intenso que se pudo vivir en torno al Simpecado hasta llegar a Santo Domingo en las calles de la ciudad fue con los miembros de la Peña La Trasera en la calle Ancha.
En torno a las nueve y cuarto de la noche, ingresaba el Simpecado de Jerez en Santo Domingo bajo las sevillanas que interpretaba el coro de la hermandad, que hizo un repaso por los temas más conocidos de su discografía y terminar con la salve que remataba Joaquín Vallejo con sus últimos vivas a la Virgen del Rocío en su mandato como hermano mayor. En septiembre está previsto que se abra el proceso electoral para elegir a quien guíe los designios de la hermandad los próximos años y no hay todavía una candidatura clara a la vista.